Mostrando entradas con la etiqueta cesárea. Mostrar todas las entradas
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15 mar 2012
14 mar 2012
♥Ponte en su piel
"Campaña Ponte en su piel"
video hermoso. mamás, futuras mamás, véanlo..abran los ojos!!
Dénle click donde dice YOU TUBE en la parte de abajo de este video para
que puedan leer lo que dice ya que así se ve muy pequeño.
video hermoso. mamás, futuras mamás, véanlo..abran los ojos!!
Dénle click donde dice YOU TUBE en la parte de abajo de este video para
que puedan leer lo que dice ya que así se ve muy pequeño.
13 mar 2012
♥Porqué no programar una cesárea?
Yo no estoy a favor de las cesáreas
innecesarias y mucho menos programadas si no hay razón médica
real.Yo tuve una cesárea ( mi
segundo bebé).. pero no fue programada... estuve mas de 30 horas en labor de
parto,..así es!!!y muchos se quedan
con la boca abierta al decirles el tiempo que estuve en trabajo de
parto....sufridera?en lo absoluto!!!!todo lo contrario! lo viví, lo gocé!!.... fue un
trabajo de parto tranquilo, hermoso, lleno de amor, al lado de mi esposo y de mi
hijo mayor (lo pasé en casa) lo recuerdo y vuelvo a ese día!! en verdad lo
disfruté!!mientras nadie se
interpuso...duele? claro.. duele..
pero es un dolor con el propósito más hermoso que puede
haber.Lo volvería a pasar??????
Sin pensarlo!!!Me dicen: ay no,
qué horror, haber estado mas de 30 horas en trabajo de parto todo para nada y
que terminara en cesárea....Gracias a que tuve un trabajo de parto:
Mi hijo respiró de inmediato.
Mi hijo eligió su día de nacimiento
Mi hijo luchó por salir vía vaginal, pero no se pudo... él es un guerrero,
luchó mucho!
Al desencadenar mi hijo el trabajo de parto, nos aseguramos de que estaba
listo para nacer y maduro.
Al hacerme la cesárea casi no sangré.. gracias al trabajo de parto.
Gracias al trabajo de parto de mi segundo hijo, pude tener un bellísimo
parto vaginal con mi tercer hijo.
No tuve problema alguno con la lactancia.
Son muchas razones... y si tuviera que programar una
cesárea sería por causas de fuerza mayor... es decir, cuando no se debería
entrar en trabajo de parto por razones médicas ( que son
mínimas).Y sí.. volvería a pasar un
trabajo de parto de las horas que fuera aunque terminara en
cesárea...Hay mujeres que deciden
programarse una cesárea porque muchos médicos les dicen que es mejor.. que así
no se maltrata al baby, que no sufren los bebés con las contracciones, que
quedamos colgadas de "ahí", y no se que tantas cosas más.... y las
asustan....Es una barbaridad que
sigan haciendo eso!!!Parir es lo más
natural del mundo!!!Pero se ha vuelto
tan mecánico con tantos doctores que lo único que quieren es ahorrarse
tiempo....Si una mujer decide
programarse... que lea primero, que se informe!!!! y sobre eso que esté basada
su decisión!! no nadamás por lo que dice un doctor!muy respetable la decisión de cada mujer.. pero lo primero aquí es la INFORMACION.-.... es el arma más poderosa
Dejo este pequeño
artículo:---
Cada decisión debe ser basada en un equilibrio entre riesgos y beneficios. Cuando se programa una cesárea no suele tenerse en cuenta las ventajas de esperar las contracciones,
incluso aunque se termine haciendo cesárea.
Tiene muchas ventajas esperar el inicio de un
trabajo de parto:
Las contracciones adelgazan el segmento inferior (donde se hace la
incisión)….y en consecuencia la recuperación es mas rápida.
El trabajo de parto libera hormonas que impregnan al bebé y le preparan para
su vida fuera del útero.
Las contracciones disminuyen la posibilidad de que el bebé tenga los
problemas respiratorias que padecen muchos bebés nacidos por cesárea (no
solamente tras el nacimiento sino toda su infancia).
Las mujeres que experimentan trabajo de parto tiene una incidencia menor de
depresión post parto.
Las contracciones estimulan otra hormona: (oxitocina) conocida como "la
hormona del amor"…que preparan a la madre para establecer un intenso vínculo
amoroso con su bebé y hará todo por su bienestar.
Las endorfinas relajan a la mamá y le ayudan a hacer frente a todo que queda
en las horas postparto y en lo sucesivo. No puedes aprovecharlas si no pagas "el
precio" de gastar energía en el trabajo de parto debido al hecho que las
endorfinas son un resultado del gasto fisico ------aguantar cirugía mayor es un
gasto físico (por supuesto!) pero es pasivo----y las endorfinas vienen como
premio par el gasto activo.
Esperando las contracciones aseguras que tu bebé está realmente listo para
nacer (puedes evitar la posibilidad de un bebé prematuro o simplemente un bebé
que necesito un poco mas tiempo).
Tú vas a ser una participante en el nacimiento en vez de ser una
expectadora.
No te privarás de tu derecho de enfrentar lo desconocido, la anticipación,
la magia, y también el incertidumbre (en fin el cóctel sabroso que se llama
"vida") asociado con el nacimiento.
A mi modo de ver …. la palabra "programada" tiene
un sentido robótico y sin sentimiento. Me parece la antitesis de la emoción y la
excitación que merece la llegada de un nuevo ser. Con 20 años de experiencia
puedo asegurar que tales emociones son claves en el desarrollo personal.
No hay comida gratis. Puedes avanzar en "tu"
desarrollo personal repasando tus errores del embarazo y parto … o arrepentida
de tus elecciones. Mas vale prevenir que lamentar! Las consecuencias de las
decisiones las vivirás tú, no tu médico. ----
Joni
NicholsComadrona. Guadalajara, Méjico
http://www.holistika.net/parto_natural/la_cesarea/por_que_no_programar_una_cesarea.asp
innecesarias y mucho menos programadas si no hay razón médica
real.Yo tuve una cesárea ( mi
segundo bebé).. pero no fue programada... estuve mas de 30 horas en labor de
parto,..así es!!!y muchos se quedan
con la boca abierta al decirles el tiempo que estuve en trabajo de
parto....sufridera?en lo absoluto!!!!todo lo contrario! lo viví, lo gocé!!.... fue un
trabajo de parto tranquilo, hermoso, lleno de amor, al lado de mi esposo y de mi
hijo mayor (lo pasé en casa) lo recuerdo y vuelvo a ese día!! en verdad lo
disfruté!!mientras nadie se
interpuso...duele? claro.. duele..
pero es un dolor con el propósito más hermoso que puede
haber.Lo volvería a pasar??????
Sin pensarlo!!!Me dicen: ay no,
qué horror, haber estado mas de 30 horas en trabajo de parto todo para nada y
que terminara en cesárea....Gracias a que tuve un trabajo de parto:
Mi hijo respiró de inmediato.
Mi hijo eligió su día de nacimiento
Mi hijo luchó por salir vía vaginal, pero no se pudo... él es un guerrero,
luchó mucho!
Al desencadenar mi hijo el trabajo de parto, nos aseguramos de que estaba
listo para nacer y maduro.
Al hacerme la cesárea casi no sangré.. gracias al trabajo de parto.
Gracias al trabajo de parto de mi segundo hijo, pude tener un bellísimo
parto vaginal con mi tercer hijo.
No tuve problema alguno con la lactancia.
Son muchas razones... y si tuviera que programar una
cesárea sería por causas de fuerza mayor... es decir, cuando no se debería
entrar en trabajo de parto por razones médicas ( que son
mínimas).Y sí.. volvería a pasar un
trabajo de parto de las horas que fuera aunque terminara en
cesárea...Hay mujeres que deciden
programarse una cesárea porque muchos médicos les dicen que es mejor.. que así
no se maltrata al baby, que no sufren los bebés con las contracciones, que
quedamos colgadas de "ahí", y no se que tantas cosas más.... y las
asustan....Es una barbaridad que
sigan haciendo eso!!!Parir es lo más
natural del mundo!!!Pero se ha vuelto
tan mecánico con tantos doctores que lo único que quieren es ahorrarse
tiempo....Si una mujer decide
programarse... que lea primero, que se informe!!!! y sobre eso que esté basada
su decisión!! no nadamás por lo que dice un doctor!muy respetable la decisión de cada mujer.. pero lo primero aquí es la INFORMACION.-.... es el arma más poderosa
Dejo este pequeño
artículo:---
Cada decisión debe ser basada en un equilibrio entre riesgos y beneficios. Cuando se programa una cesárea no suele tenerse en cuenta las ventajas de esperar las contracciones,
incluso aunque se termine haciendo cesárea.
Tiene muchas ventajas esperar el inicio de un
trabajo de parto:
Las contracciones adelgazan el segmento inferior (donde se hace la
incisión)….y en consecuencia la recuperación es mas rápida.
El trabajo de parto libera hormonas que impregnan al bebé y le preparan para
su vida fuera del útero.
Las contracciones disminuyen la posibilidad de que el bebé tenga los
problemas respiratorias que padecen muchos bebés nacidos por cesárea (no
solamente tras el nacimiento sino toda su infancia).
Las mujeres que experimentan trabajo de parto tiene una incidencia menor de
depresión post parto.
Las contracciones estimulan otra hormona: (oxitocina) conocida como "la
hormona del amor"…que preparan a la madre para establecer un intenso vínculo
amoroso con su bebé y hará todo por su bienestar.
Las endorfinas relajan a la mamá y le ayudan a hacer frente a todo que queda
en las horas postparto y en lo sucesivo. No puedes aprovecharlas si no pagas "el
precio" de gastar energía en el trabajo de parto debido al hecho que las
endorfinas son un resultado del gasto fisico ------aguantar cirugía mayor es un
gasto físico (por supuesto!) pero es pasivo----y las endorfinas vienen como
premio par el gasto activo.
Esperando las contracciones aseguras que tu bebé está realmente listo para
nacer (puedes evitar la posibilidad de un bebé prematuro o simplemente un bebé
que necesito un poco mas tiempo).
Tú vas a ser una participante en el nacimiento en vez de ser una
expectadora.
No te privarás de tu derecho de enfrentar lo desconocido, la anticipación,
la magia, y también el incertidumbre (en fin el cóctel sabroso que se llama
"vida") asociado con el nacimiento.
A mi modo de ver …. la palabra "programada" tiene
un sentido robótico y sin sentimiento. Me parece la antitesis de la emoción y la
excitación que merece la llegada de un nuevo ser. Con 20 años de experiencia
puedo asegurar que tales emociones son claves en el desarrollo personal.
No hay comida gratis. Puedes avanzar en "tu"
desarrollo personal repasando tus errores del embarazo y parto … o arrepentida
de tus elecciones. Mas vale prevenir que lamentar! Las consecuencias de las
decisiones las vivirás tú, no tu médico. ----
Joni
NicholsComadrona. Guadalajara, Méjico
http://www.holistika.net/parto_natural/la_cesarea/por_que_no_programar_una_cesarea.asp
12 mar 2012
♥Nuestro segundo bebé

Mi segundo embarazo y parto....
También supe que venía nuestro
segundo baby porque de nuevo sentí cuando lo
concebimos. Aparte tenía
demasiada hambre, agruras, sueño, etc, y me hice una
prueba 1 semana antes de mi
fecha de regla y salió positiva!! tenue la
segunda rayita, pero ahí
estaba, y el día que tenía que bajarme, me fui al
laboratorio para corroborar y
era un hermoso POSITIVO. Todo tranquilo, feliz!
temerosa por un aborto
espontáneo que había tenido anteriormente, pero
optimista de que todo iba a
estar bien. Mis náuseas comenzaron a las 6
semanas, me atacaron duro,
igual los vómitos y de nuevo comencé con gastritis
fuerte y le llamé a mi
doctora y le pedí que me recetara inyecciones, pues
no quería volver a pasar lo
mismo que en mi anterior embarazo. Y así fue:
inyecciones, 1 diaria por 3
días fueron suficientes, obviamente de pronto
vomitaba pero era una vez
cada 4 días , ya no 5 veces al día!! con este bebé sólo
vomité en mi casa, nunca en
ninguna otra parte ; siempre alcanzaba a llegar,
solo a mi baño iba a vomitar.
Sinceramente yo
sentía mucha diferencia, sabía que este baby
iba a ser todo lo contrario a
su hermano. De ciática, me estaba dando pero me la
controlaron con homeopatía y
pude disfrutar de todo el embarazo sin
restricciones.
Decidimos dar a luz en
nuestro hogar y encontramos una partera que nos
recomendaron.
Mi embarazo siempre fue
perfecto, todos mis ultrasonidos concordaban con
mis fechas, es decir: no
tenía mi hijo ni una semana más ni una menos, para mis
últimas semanas él ya estaba
perfectamente encajado. En mi último ultrasonido
que fue el día 14 de Abril
del 2007, mostraba que tenía 37 semanas con 4 días, y
efectivamente, de acuerdo a
mi última regla así era. A mis 38 semanas recién
cumplidas, a las 9am del 17
de abril del 2007 comencé a arrojar el tapón, poco a
poco. Yo estuve muy
tranquila, muy relajada y así comenzamos a preparar todo
para la llegada de nuestro
bebito en nuestro hogar. Yo estaba muy tranquila,
me metía a bañar cuando me
sentía inquieta, escuchaba música, me relajé.
A las 5pm de ese mismo día
comencé con contracciones a cada hora, por lo que
nos comunicamos con la
partera para preguntarle qué debíamos hacer. Ella me
pidió ir a revisión a su
consultorio, lo cual no me pareció nada correcto puesto
que yo tenía entendido que
ella iría a mi casa, tomando en cuenta que mi trabajo
de parto ya había comenzado.
Desgraciadamente nos tocó hora pico en el tráfico y
con el desplazamiento me
estresé mucho, pues yo vivo en Cuautitlán y ella por el
aeropuerto.
Ya estando en el consultorio
me hizo un tacto en el cual resultó que tenía
tres de dilatación. Cuando
salí de ahí ya eran las 9 de la noche.
Nos fuimos a casa, y toda la
madrugada tuve contracciones fuertes pero
nada alarmante; eran cada 20
o 25 minutos… El 18 de abril a las 9am, llegaron
las parteras. Una de ellas me
hizo otro tacto y tenía 4 de dilatación, me
dijo que no iba bien, que iba
muy lenta, yo me sentí muy mal, como si no
estuviera haciendo las cosas bien.
Nunca me dio una sola palabra de aliento o de
ánimo, en seguida me mandó a
acostar y no sé porqué le hice caso, pero me
acosté. En ese preciso
momento yo necesitaba a mi primer hijo, lo quería
conmigo, pero la señora no me
permitió verlo, según esto para que me concentrara
en lo mío y no tuviera
distracciones; así que lo sacó de mi recámara, y le
cerraba la puerta cada vez
que quería entrar. Asimismo me pidió que
no platicara con mi marido,
lo cual me puso muy tensa. Yo tenía ya un nudo en
la garganta, me sentía a
merced de la señora. En las siguientes horas no sé
cuantos tactos más me hizo,
pero con cada tacto me lastimaba mucho y lo hacía
justo en contracciones,
además de que me “regañaba” porque iba lenta. Recuerdo
que ella le preguntaba a la
otra partera “¿Si caben tantos dedos, cuántos
centímetros son?…”Por
supuesto, esto se me hizo muy poco profesional y no me
dio confianza. Pronto me dio
homeopatía para dilatar más, me manteó, me puso a
gatear porque dijo que mi
bebé estaba chocando con mi hueso y que por eso no
dilataba. También me dijo que
como me pusieron oxitocina en mi primer parto, yo
no iba a poder tener un parto
natural si no era con oxitocina. ¡Vaya ánimos!
-me dije-.Escuchó la
frecuencia cardiaca de mi bebito y era de 140
latidos por minuto, y me dijo
que ya era hora de irnos al hospital porque mi
bebé estaba sufriendo mucho y
se podía morir. Obviamente, mi esposo y
yo aceptamos. Yo lloré mucho
por no poder tenerlo en casa, pero sabía que
primero estaba su vida y nos
fuimos al hospital. Ella no dejó que me fuera
en el carro con mi esposo,
sino con ella, y en el camino tuve siete
contracciones muy fuertes.
Llegamos al hospital. No llegaba el
anestesiólogo y yo ya tenía
muchas contracciones bastante seguidas. A la partera
la noté muy nerviosa; sin
embargo, aunque estuvimos aproximadamente una hora
esperando al anestesiólogo,
ninguna de las 2 parteras escucharon la
frecuencia cardiaca de mi
bebé…. ¿No era esa la razón de ser de la cesárea
que me practicarían? ¿Por qué
no estaban pendientes? Eso me hace pensar ahora
que no era verdad que estaba
sufriendo mi bebé. Es decir, si estaban tan
preocupadas por la frecuencia
cardiaca de mi bebito ¿Por qué no se habían
acercado a escucharlo durante
todo ese tiempo? Tan es así quelas parteras
estaban en mi habitación
comiéndose un gansito. A partir de ahí todo pasó muy
rápido para mí, yo me sentía
en shock. Por fin llegó el anestesiólogo y en
seguida me metieron a
quirófano, me pusieron anestesia pero ésta me puso muy
mal, me estaba desmayando, quería
vomitar, sentí frío..muy feo! Pronto la
sensación pasó, cortaron, y
no sentí más que un jaloncito la primera vez, yo
estaba muy feliz porque ya
iba a conocer a mi bebito, pero comencé a sentir
todo! Tenía mucho dolor,
ardor ¡ la anestesia me hizo efecto de la cintura para
arriba, yo no sentía brazos,
el pecho lo sentía dormido, fue una sensación muy
desagradable. Fue algo
terrible! Yo gritaba mucho, suplicaba que pararan.
Lloraba, pero nadie me escuchaba,
sólo mi esposo que estaba angustiado al
verme así (gracias a Dios
pasó conmigo al quirófano).
El anestesiólogo me decía que
no gritara, y me acariciaba el cabello tratando
de tranquilizarme…Pronto,
escuché llorar a mi bebito, en cuanto lo sacaron, si
no es que antes, mi hijo ya
estaba llorando, y daba unos gritos tremendos, se
movía muchísimo, estaba rojo
rojo, calientito. Me lo dieron sólo para darle un
beso y lo pusieron en una
esquina diciendo que estaba malito, que había tragado
líquido; le sacaron las
flemitas y estuvo minutos con ambiente húmedo, pero él
seguía llorando y agitando
brazos y piernas .Me cosieron, ahí ya no sentí nada…
me llevaron a mi cuarto de
inmediato. Yo estaba muy ansiosa porque quería ver a
mi bebito, estaba angustiada,
preocupada, aunque todavía no sentía las
piernas, las movía, tuve
mucha ansiedad. ¡Mucha angustia! Quería salir corriendo
de ahí para ver a mi niño.
Llegó la partera al cuarto y me regañó, me dijo
que no me moviera porque se
podía abrir la herida, y que el cirujano ya se había
ido, así que me podría venir
una hemorragia y ni quien me salvara… quiso decir
que me podía morir.
Yo me paralicé e hice un gran
esfuerzo por quedarme dormida. Al despertar, ya
estaba mi bebito conmigo y yo
escuchaba un quejidito cuando respiraba. Me
dijeron que era porque le
dolía la pancita por haber tragado líquido. La partera
me pidió que no le diera
leche materna porque yo estaba débil, ya que un día
antes no había comido bien y
ese día no traía nada en el estómago; entonces
llegó con un biberón lleno de
fórmula diciéndome que no me iba a salir leche ese
día, y que era mejor
alimentar a mi hijo así pues necesitaban ver si orinaba
bien. Yo acepté, “por la
salud” de mi bebito; sin embargo, en cuanto se fue ella
mi instinto me hizo pegármelo
al pecho, ¡Y sí salió calostro! Al fin me
dieron el alta, y en el
certificado de nacimiento la partera puso lo siguiente:
41 semanas APGAR: 5 y 7.
Le preguntamos asombrados por
esto, y nos respondió que las semanas eran
correctas, que mi bebé no
tenía 38 si no 41 semanas, y por eso estaba
sufriendo. Yo le dije que eso
no era verdad, y contestó que sí, que yo me había
equivocado con mi fecha de
última regla. Dijo también que el tamaño y el peso
eran de un niño de 41
semanas: ¡Si mi hijo pesó 3.250 y midió 50cm!.Habíamos
elegido tener un parto en
casa para tener un trato digno, un ambiente de amor
donde recibiríamos a nuestro
bebito, sin estrés, y resultó todo lo
contrario. Todo comenzó al ir
a casa de la partera el día anterior al parto,
no debí aceptar. Ahora, jamás
me dijo una palabra de aliento, nunca. Al
contrario, para ella todo
estaba mal, yo iba muy lenta. Me prohibió hablar con
mi esposo, le cerró la puerta
a mi hijo en la nariz. ¡Y no saben qué rabia me da
al recordarlo! Nunca dejó que
mi mamá entrara a mi recámara, y mi mamá tuvo que
subir casi a escondidas,
aprovechando que la partera había salido a caminar. Yo
confié ciegamente en ella; mi
esposo y yo, confiamos en ella, pusimos nuestras
vidas en sus manos. En ese
entonces me sentí mal porque creí que iba a tener
un trato más humano y digno.
¡Bendito Dios que no pasó nada grave, porque no sé
si estaríamos aquí! Y aunque
no reniego de mi cesárea, debo decir que yo sólo
buscaba un parto respetado y
hermoso, y no lo tuve, más bien tuve una cesárea no
respetada.
Me recuperé muy rápido
gracias a Dios y a los cuidados de mi marido y mi
mami. Mi hijo mayor
maravillado con su nuevo hermanito..Y así fue el
nacimiento de un nene hermoso
que es una bala!! Nada lo detiene. Es un niño muy cariñoso con un
carácter bastante fuerte. Es un niño muy luchón y muy
inteligente. Es un amor.
Agradezco a la partera por
declararse con esa actitud, incompetente para
hacer vivir a mi hijo y recurrir
a la cesárea… sólo que nos hubiéramos
evitado estos malos ratos si me
hubiera dicho desde un principio: tu bebé
viene en posición incorrecta,
no me siento capaz de hacer una maniobra para
hacer salir vivo a tu bebé,
mejor vámonos a la cesárea.. Lo hubiéramos
entendido perfecto y nos
hubiéramos ahorrado tantas preguntas, tantos
porqués.. pero en lugar de
aceptar que no podía hacer nada, se escudó en
decirme que mi bebe estaba
sufriendo, cuando no fue cierto.
Agradezco a la partera que me
haya hecho la cesárea, aunque no de acuerdo con
sus motivos. No dudo que sea
buena partera, a muchas les ha ido bien y qué
bueno!!pero a nosotros no! Y nos
sentimos muy muy contentos de aceptar mi
cesárea como necesaria.
Aunque desgraciadamente el trato no fue correcto, me
siento liberada! Sé que
muchas mujeres no entienden y se les hace patético eso de
las cesáreas innecesarias..
no juzguen… muchas lo ven como una simple
alternativa de nacer, una
simple forma de nacer, una simple cirugía.. pero
otras no, y así como se
respeta a quien decida una cesárea por gusto, también
se debe respetar a quien se
siente mal por ello.. que lo importante es que el
bebé esta bien? claro que sí!
pero también cuentan los sentimientos de la madre.
Se que no lo entiende mucha
gente.. pero solo respeto y tolerancia
Cometimos muchos errores en
este, nuestro segundo parto, pero ya perdoné y ya
me perdoné. Después de este
parto nació en mí con más fuerza la idea de un
parto hermoso y respetado,
natural. Pronto lograríamos ese sueño.
También supe que venía nuestro
segundo baby porque de nuevo sentí cuando lo
concebimos. Aparte tenía
demasiada hambre, agruras, sueño, etc, y me hice una
prueba 1 semana antes de mi
fecha de regla y salió positiva!! tenue la
segunda rayita, pero ahí
estaba, y el día que tenía que bajarme, me fui al
laboratorio para corroborar y
era un hermoso POSITIVO. Todo tranquilo, feliz!
temerosa por un aborto
espontáneo que había tenido anteriormente, pero
optimista de que todo iba a
estar bien. Mis náuseas comenzaron a las 6
semanas, me atacaron duro,
igual los vómitos y de nuevo comencé con gastritis
fuerte y le llamé a mi
doctora y le pedí que me recetara inyecciones, pues
no quería volver a pasar lo
mismo que en mi anterior embarazo. Y así fue:
inyecciones, 1 diaria por 3
días fueron suficientes, obviamente de pronto
vomitaba pero era una vez
cada 4 días , ya no 5 veces al día!! con este bebé sólo
vomité en mi casa, nunca en
ninguna otra parte ; siempre alcanzaba a llegar,
solo a mi baño iba a vomitar.
Sinceramente yo
sentía mucha diferencia, sabía que este baby
iba a ser todo lo contrario a
su hermano. De ciática, me estaba dando pero me la
controlaron con homeopatía y
pude disfrutar de todo el embarazo sin
restricciones.
Decidimos dar a luz en
nuestro hogar y encontramos una partera que nos
recomendaron.
Mi embarazo siempre fue
perfecto, todos mis ultrasonidos concordaban con
mis fechas, es decir: no
tenía mi hijo ni una semana más ni una menos, para mis
últimas semanas él ya estaba
perfectamente encajado. En mi último ultrasonido
que fue el día 14 de Abril
del 2007, mostraba que tenía 37 semanas con 4 días, y
efectivamente, de acuerdo a
mi última regla así era. A mis 38 semanas recién
cumplidas, a las 9am del 17
de abril del 2007 comencé a arrojar el tapón, poco a
poco. Yo estuve muy
tranquila, muy relajada y así comenzamos a preparar todo
para la llegada de nuestro
bebito en nuestro hogar. Yo estaba muy tranquila,
me metía a bañar cuando me
sentía inquieta, escuchaba música, me relajé.
A las 5pm de ese mismo día
comencé con contracciones a cada hora, por lo que
nos comunicamos con la
partera para preguntarle qué debíamos hacer. Ella me
pidió ir a revisión a su
consultorio, lo cual no me pareció nada correcto puesto
que yo tenía entendido que
ella iría a mi casa, tomando en cuenta que mi trabajo
de parto ya había comenzado.
Desgraciadamente nos tocó hora pico en el tráfico y
con el desplazamiento me
estresé mucho, pues yo vivo en Cuautitlán y ella por el
aeropuerto.
Ya estando en el consultorio
me hizo un tacto en el cual resultó que tenía
tres de dilatación. Cuando
salí de ahí ya eran las 9 de la noche.
Nos fuimos a casa, y toda la
madrugada tuve contracciones fuertes pero
nada alarmante; eran cada 20
o 25 minutos… El 18 de abril a las 9am, llegaron
las parteras. Una de ellas me
hizo otro tacto y tenía 4 de dilatación, me
dijo que no iba bien, que iba
muy lenta, yo me sentí muy mal, como si no
estuviera haciendo las cosas bien.
Nunca me dio una sola palabra de aliento o de
ánimo, en seguida me mandó a
acostar y no sé porqué le hice caso, pero me
acosté. En ese preciso
momento yo necesitaba a mi primer hijo, lo quería
conmigo, pero la señora no me
permitió verlo, según esto para que me concentrara
en lo mío y no tuviera
distracciones; así que lo sacó de mi recámara, y le
cerraba la puerta cada vez
que quería entrar. Asimismo me pidió que
no platicara con mi marido,
lo cual me puso muy tensa. Yo tenía ya un nudo en
la garganta, me sentía a
merced de la señora. En las siguientes horas no sé
cuantos tactos más me hizo,
pero con cada tacto me lastimaba mucho y lo hacía
justo en contracciones,
además de que me “regañaba” porque iba lenta. Recuerdo
que ella le preguntaba a la
otra partera “¿Si caben tantos dedos, cuántos
centímetros son?…”Por
supuesto, esto se me hizo muy poco profesional y no me
dio confianza. Pronto me dio
homeopatía para dilatar más, me manteó, me puso a
gatear porque dijo que mi
bebé estaba chocando con mi hueso y que por eso no
dilataba. También me dijo que
como me pusieron oxitocina en mi primer parto, yo
no iba a poder tener un parto
natural si no era con oxitocina. ¡Vaya ánimos!
-me dije-.Escuchó la
frecuencia cardiaca de mi bebito y era de 140
latidos por minuto, y me dijo
que ya era hora de irnos al hospital porque mi
bebé estaba sufriendo mucho y
se podía morir. Obviamente, mi esposo y
yo aceptamos. Yo lloré mucho
por no poder tenerlo en casa, pero sabía que
primero estaba su vida y nos
fuimos al hospital. Ella no dejó que me fuera
en el carro con mi esposo,
sino con ella, y en el camino tuve siete
contracciones muy fuertes.
Llegamos al hospital. No llegaba el
anestesiólogo y yo ya tenía
muchas contracciones bastante seguidas. A la partera
la noté muy nerviosa; sin
embargo, aunque estuvimos aproximadamente una hora
esperando al anestesiólogo,
ninguna de las 2 parteras escucharon la
frecuencia cardiaca de mi
bebé…. ¿No era esa la razón de ser de la cesárea
que me practicarían? ¿Por qué
no estaban pendientes? Eso me hace pensar ahora
que no era verdad que estaba
sufriendo mi bebé. Es decir, si estaban tan
preocupadas por la frecuencia
cardiaca de mi bebito ¿Por qué no se habían
acercado a escucharlo durante
todo ese tiempo? Tan es así quelas parteras
estaban en mi habitación
comiéndose un gansito. A partir de ahí todo pasó muy
rápido para mí, yo me sentía
en shock. Por fin llegó el anestesiólogo y en
seguida me metieron a
quirófano, me pusieron anestesia pero ésta me puso muy
mal, me estaba desmayando, quería
vomitar, sentí frío..muy feo! Pronto la
sensación pasó, cortaron, y
no sentí más que un jaloncito la primera vez, yo
estaba muy feliz porque ya
iba a conocer a mi bebito, pero comencé a sentir
todo! Tenía mucho dolor,
ardor ¡ la anestesia me hizo efecto de la cintura para
arriba, yo no sentía brazos,
el pecho lo sentía dormido, fue una sensación muy
desagradable. Fue algo
terrible! Yo gritaba mucho, suplicaba que pararan.
Lloraba, pero nadie me escuchaba,
sólo mi esposo que estaba angustiado al
verme así (gracias a Dios
pasó conmigo al quirófano).
El anestesiólogo me decía que
no gritara, y me acariciaba el cabello tratando
de tranquilizarme…Pronto,
escuché llorar a mi bebito, en cuanto lo sacaron, si
no es que antes, mi hijo ya
estaba llorando, y daba unos gritos tremendos, se
movía muchísimo, estaba rojo
rojo, calientito. Me lo dieron sólo para darle un
beso y lo pusieron en una
esquina diciendo que estaba malito, que había tragado
líquido; le sacaron las
flemitas y estuvo minutos con ambiente húmedo, pero él
seguía llorando y agitando
brazos y piernas .Me cosieron, ahí ya no sentí nada…
me llevaron a mi cuarto de
inmediato. Yo estaba muy ansiosa porque quería ver a
mi bebito, estaba angustiada,
preocupada, aunque todavía no sentía las
piernas, las movía, tuve
mucha ansiedad. ¡Mucha angustia! Quería salir corriendo
de ahí para ver a mi niño.
Llegó la partera al cuarto y me regañó, me dijo
que no me moviera porque se
podía abrir la herida, y que el cirujano ya se había
ido, así que me podría venir
una hemorragia y ni quien me salvara… quiso decir
que me podía morir.
Yo me paralicé e hice un gran
esfuerzo por quedarme dormida. Al despertar, ya
estaba mi bebito conmigo y yo
escuchaba un quejidito cuando respiraba. Me
dijeron que era porque le
dolía la pancita por haber tragado líquido. La partera
me pidió que no le diera
leche materna porque yo estaba débil, ya que un día
antes no había comido bien y
ese día no traía nada en el estómago; entonces
llegó con un biberón lleno de
fórmula diciéndome que no me iba a salir leche ese
día, y que era mejor
alimentar a mi hijo así pues necesitaban ver si orinaba
bien. Yo acepté, “por la
salud” de mi bebito; sin embargo, en cuanto se fue ella
mi instinto me hizo pegármelo
al pecho, ¡Y sí salió calostro! Al fin me
dieron el alta, y en el
certificado de nacimiento la partera puso lo siguiente:
41 semanas APGAR: 5 y 7.
Le preguntamos asombrados por
esto, y nos respondió que las semanas eran
correctas, que mi bebé no
tenía 38 si no 41 semanas, y por eso estaba
sufriendo. Yo le dije que eso
no era verdad, y contestó que sí, que yo me había
equivocado con mi fecha de
última regla. Dijo también que el tamaño y el peso
eran de un niño de 41
semanas: ¡Si mi hijo pesó 3.250 y midió 50cm!.Habíamos
elegido tener un parto en
casa para tener un trato digno, un ambiente de amor
donde recibiríamos a nuestro
bebito, sin estrés, y resultó todo lo
contrario. Todo comenzó al ir
a casa de la partera el día anterior al parto,
no debí aceptar. Ahora, jamás
me dijo una palabra de aliento, nunca. Al
contrario, para ella todo
estaba mal, yo iba muy lenta. Me prohibió hablar con
mi esposo, le cerró la puerta
a mi hijo en la nariz. ¡Y no saben qué rabia me da
al recordarlo! Nunca dejó que
mi mamá entrara a mi recámara, y mi mamá tuvo que
subir casi a escondidas,
aprovechando que la partera había salido a caminar. Yo
confié ciegamente en ella; mi
esposo y yo, confiamos en ella, pusimos nuestras
vidas en sus manos. En ese
entonces me sentí mal porque creí que iba a tener
un trato más humano y digno.
¡Bendito Dios que no pasó nada grave, porque no sé
si estaríamos aquí! Y aunque
no reniego de mi cesárea, debo decir que yo sólo
buscaba un parto respetado y
hermoso, y no lo tuve, más bien tuve una cesárea no
respetada.
Me recuperé muy rápido
gracias a Dios y a los cuidados de mi marido y mi
mami. Mi hijo mayor
maravillado con su nuevo hermanito..Y así fue el
nacimiento de un nene hermoso
que es una bala!! Nada lo detiene. Es un niño muy cariñoso con un
carácter bastante fuerte. Es un niño muy luchón y muy
inteligente. Es un amor.
Agradezco a la partera por
declararse con esa actitud, incompetente para
hacer vivir a mi hijo y recurrir
a la cesárea… sólo que nos hubiéramos
evitado estos malos ratos si me
hubiera dicho desde un principio: tu bebé
viene en posición incorrecta,
no me siento capaz de hacer una maniobra para
hacer salir vivo a tu bebé,
mejor vámonos a la cesárea.. Lo hubiéramos
entendido perfecto y nos
hubiéramos ahorrado tantas preguntas, tantos
porqués.. pero en lugar de
aceptar que no podía hacer nada, se escudó en
decirme que mi bebe estaba
sufriendo, cuando no fue cierto.
Agradezco a la partera que me
haya hecho la cesárea, aunque no de acuerdo con
sus motivos. No dudo que sea
buena partera, a muchas les ha ido bien y qué
bueno!!pero a nosotros no! Y nos
sentimos muy muy contentos de aceptar mi
cesárea como necesaria.
Aunque desgraciadamente el trato no fue correcto, me
siento liberada! Sé que
muchas mujeres no entienden y se les hace patético eso de
las cesáreas innecesarias..
no juzguen… muchas lo ven como una simple
alternativa de nacer, una
simple forma de nacer, una simple cirugía.. pero
otras no, y así como se
respeta a quien decida una cesárea por gusto, también
se debe respetar a quien se
siente mal por ello.. que lo importante es que el
bebé esta bien? claro que sí!
pero también cuentan los sentimientos de la madre.
Se que no lo entiende mucha
gente.. pero solo respeto y tolerancia
Cometimos muchos errores en
este, nuestro segundo parto, pero ya perdoné y ya
me perdoné. Después de este
parto nació en mí con más fuerza la idea de un
parto hermoso y respetado,
natural. Pronto lograríamos ese sueño.
13 jul 2011
♥Parto en casa - y qué pasa si ?-
Al plantearse un parto en casa es posible que surjan
muchas dudas relativas a la seguridad. Aunque los estudios muestran que los
partos domiciliarios son al menos tan seguros como los hospitalarios, la mayoría
de la gente a la que se comunica la decisión de recibir al bebé en casa harán
una pregunta que comience con ¿y si….? Aquí hay algunas de los
respuestas:
¿Y si el bebé viene con una o varias vueltas de
cordón?
Más o menos uno de cada tres bebés nace con el cordón
umbilical alrededor del cuello sin que ello suponga ningún problema. Puede estar
enrollado con una, dos, tres vueltas o más. Aunque de un poco de miedo,
normalmente no es una complicación grave, algunos bebés necesitan reanimación
como frotarles la piel, darles aire con una bolsa y máscara u oxígeno, pero la
mayoría están perfectamente. Sólo en casos excepcionales es algo más grave,
tanto si el bebé nace en casa como si nace en el hospital, y la situación casi
siempre se trata igual en ambos sitios .
Si el cordón está muy apretado, puede que la cabeza no
descienda y haya signos de malestar fetal al apretarse el cordón durante las
contracciones, cuando la cabeza es empujada hacia abajo. Las matronas que
atienden partos en casa monitorean regularmente el latido fetal y si se
encontraran signos de pérdida de bienestar fetal se procedería al traslado al
hospital. Si hubiera una bradicardia continuada se procedería a realizar una
cesárea.
De todas formas, en la mayoría de los casos, el cordón
está lo suficientemente suelto para permitir al bebé nacer vaginalmente. Si el
bebé no ha dado signos de sufrimiento durante la dilatación y la cabeza
desciende, la situación se manejaría igual en casa o en el hospital – igualmente
no habría tiempo para una cesárea si el bebé mostrara estos signos en los
últimos diez minutos del parto. Cuando sale la cabeza, si el cordón está lo
suficientemente suelto, la matrona lo desenvueve, o sujeta la cabeza cerca del
perineo cuando sale el resto del cuerpo, y le hace un giro de manera que el bebé
nazca a través del nudo del cordón. Si el cordón está muy apretado, es posible
que se pince y se corte el cordón en cuanto salga la cabeza. Muchas matronas
experimentadas aseguran de que casi nunca es necesario cortar el cordón en esta
situación porque, cuando el útero se contrae y la barriga del bebé se mueve
hacia abajo, el cordón se afloja.
Es mejor evitar el corte prematuro del cordón por dos
razones. En primer lugar, si los hombros del bebé se atascan después de haber
cortado el cordón, se quedaría sin oxígeno hasta que nazca. En segundo lugar, el
corte del cordón deja al bebé sin una cantidad importante de su sangre que
normalmente recibiría de la placenta a través del cordón durante los primeros
minutos después del parto, lo que se relaciona con varios problemas, como un
riesgo más elevado de anemia durante la infancia.
Si el bebé no nace en buenas condiciones, la matrona le
reanimará, y los pasos que se siguen en casa, al menos en primera instancia, son
los mismos que en el hospital (ver más abajo en “¿y si el bebé necesita
reanimación?”
¿Y si hay una distocia de
hombros?
Distocia de hombros significa que la cabeza del bebé ha
salido, pero los hombros se quedan atascados. Es una amenaza grave para el bebé,
ya que no podrá respirar hasta que todo el cuerpo se encuentre fuera de la
madre, porque los pulmones no tienen espacio para hincharse, y es posible que
tampoco reciba oxígeno por el cordón, que puede estar comprimido. Es una
situación difícil tanto si se da en el hospital como en
casa.
Primero de todo hay que destacar que la distocia de
hombros es más frecuente en los partos donde la mujer está reclinada sobre su
espalda y sin libertad de movimientos. Cuando la madre puede elegir en qué
posición parir, instintivamente elegirá, en casos de posible distocia, una
posición asimétrica que permita que el bebé rote y facilite así el nacimiento.
El uso de oxitocina sintética también aumenta el riesgo de distocia. Por tanto,
hay muchos más casos de distocia en el hospital que en
casa.
Por otra parte, las matronas que atienden en casa saben
qué hacer en caso de distocia, y las maniobras que se pueden realizar para
liberar el hombro atascado se pueden realizar tanto en los partos hospitalarios
como en los domiciliarios. Normalmente consisten en cambiar a la mujer de
posición. La maniobre de McRoberts, por ejemplo, consiste en tumbar a la muer de
espaldas, con las rodillas flexionadas bajo las axilas mientras la matrona
desatasca el hombro con la mano.
Información sobre distocia y las
maniobras que se realizan para solucionarla en la página de mimos y
teta
Información amplia sobre distocia en
inglés
¿Y si el bebé necesita
reanimación?
Las matronas que atienden partos en casa llevan equipos
de reanimación a los nacimientos y están entrenadas para reanimar al bebé. La
mayoría de los métodos de reanimación que se emplean en los hospitales están
disponibles en casa también y, desde luego, todos los que es más probable
necesitar tras un parto vaginal eutócico.
En los estudios se muestra que es más probable que los
bebés necesiten reanimación cuando nacen en el hospital, esto se debe a varias
causas: en primer lugar, en los partos domiciliarios la madre no suele recibir
medicamentos para el dolor. La epidural y otros tipos de anestesia aumentan el
riesgo de necesidad de reanimación. Por otra parte, en algunos hospitales
todavía es frecuente el pinzamiento prematuro del cordón umbilical, lo que hace
que el bebé necesite respirar con urgencia, ya que no recibe oxígeno a través
del cordón umbilical.
“Reanimación” es un término que se da a diferentes
medidas que se toman para ayudar o permitir que al recién nacido a que respire
por sí mismo. Las formas más comunes incluyen:
Estimular al bebé frotando su piel
vigorosamente.
Succionar la boca y nariz con una pera u otro artefacto
para quitar la mucosidad o cualquier cosa que bloquee las vías
respiratorias.
Dar aire u oxígeno al bebé mediante un ambú (una bolsa de
aire y una máscara que se acciona manualmente) o por entubación, con una sonda
que se pasa por la tráquea y puede estar conectada a un
respirador.
Si la respiración del bebé se ve afectada por los
opiáceos contra el dolor que haya tomado la madre, se puede administrar al bebé
el medicamento Naloxona.
Succionar, la Naloxona, y ventilar con la máscara son
todo intervenciones que se pueden realizar en casa. La entubación no se realiza
en casa ya que el procedimiento es arriesgado y puede empeorar la situación
respiratoria del bebé, pero sólo es necesaria en casos muy serios. Si se
necesita reanimación durante un periodo de tiempo largo, la matrona utilizará la
bolsa y máscara durante el translado al hospital. Hay estudios que muestran que la ventilación de aire al recién
nacido es igual o más efectiva que la ventilación de
oxígeno.
¿Y si quieres la epidural?
En casa no se puede poner la epidural, ya que se necesita
un anestesista para ello. Además, la epidural conlleva muchos riesgos, por lo
que si realmente la mujer desea usarla en un parto domiciliario debería ser
transladada al hospital.
Hay varios puntos a tener en cuenta. En primer lugar el
dolor en los partos en casa suele ser más manejable que en los partos
hospitalarios, porque la mujer tiene libertad de movimiento e intimidad, lo que
favorece la secreción de endorfinas que mitigan la sensación de dolor. Además en
casa es más fácil para la mujer llevar a cabo otros métodos para sobrellevar el
dolor, como acceso ininterrumpido al agua, vocalización, masaje, ambiente
relajado…
Por otra parte, antes de usar la epidural hay que ser
consciente de que ésta implica muchos riesgos: para la madre riesgo de
hipotensión, temblores, incontinencia urinaria, picores, naúseas y vómitos,
dolor de espalda y de cabeza postparto, fiebre y más raramente otros efectos
secundarios más graves como convulsiones, parálisis o shock anafiláftico. Para
el bebé hay riesgo de sufrimiento fetal, bradicardia, y dificulta el
establecimiento de la lactancia, pudiendo ser causa de una succión
desorganizada. Además el uso de la epidural favorece una serie de
intervenciones, ya que frena las contracciones, lo que propicia el uso de
oxitocina sintética, que aumenta el riesgo de sufrimiento fetal, con lo que sube
el riesgo de cesárea…. Al emplear la anestesia la mujer deberá permanecer
tumbara, lo que dificulta que el bebé baje y gire para colocarse bien, lo que
genera la necesidad de nuevas intervenciones.
¿Y si necesitaras un parto instrumental (forceps,
ventosa)?
Antiguamente se utilizaba a veces la instrumentalización
en los partos domiciliarios, pero debido a los riesgos que esto conlleva para el
bebé (heridas en el bebé, riesgo de distocia de hombro) y la madre (desgarro,
hemorragia), este tipo de intervenciones no se realizan en
casa.
Si se precisaran forceps o ventosas, por ejemplo por no
progresión del parto, la madre tendría que ser trasladada al hospital. En
ocasiones, tras llegar al hospital la madre da a luz en parto eutócico, mientras
que otras veces necesita la instrumentalización. Normalmente no es una situación
de emergencia, aunque sí es molesto e incómodo trasladarse a esas alturas del
parto.
¿Y si se precisara una
cesárea?
La inmensa mayoría de cesáreas no programadas se realizan
por progreso insuficiente en el parto, una situación en la que ni la madre ni el
bebé están en peligro inmediato. Si ese fuera el caso, la madre sería trasladada
al hospital. Los partos planeados en el hospital muestran un número de cesáreas
muy por encima de los partos planeados en casa. Esto es porque el estar entre
extraños y el uso de epidural retrasa o frena en muchísimas ocasiones la
dinámica de parto, llevando a una cesárea. Además, en los hospitales se tiende a
forzar el proceso de parto, intentando acelerarlo o que siga unos patrones
predeterminados de modo que, si la dilatación no se ajusta a ellos, se
interviene aumentando así el riesgo de cesárea.
El término “cesárea de emergencia” puede ser confuso,
porque en realidad significa que esa cesárea no estaba planeada al principio del
parto, no hace alusión a si la madre o el bebé están en peligro inmediato. Lo
que normalmente asusta es una cesárea de verdadera urgencia, en la que el bebé
tiene que nacer inmediatamente, pero esto es muy raro en un parto de bajo riesgo
donde se respeta todo el proceso. Aún así, puede suceder. Puede que el latido
fetal indique a la matrona que el bebé está en serias dificultades, que el
cordón esté muy apretado alrededor del cuello (aunque, como hemos, dicho, un
tercio de bebés viene con vuelta al cuello y no da problemas), o que el cordón
esté presionado dentro del útero. También la madre podría sangrar por un
desprendimiento parcial de placenta o, muy raramente, por una ruptura
uterina.
En una emergencia como ésta, la matrona llamaría
inmediatamente a una ambulancia y se avisaría al hospital para que prepararan el
quirófano y el equipo quirúrgico. El equipo de la ambulancia transladaría a la
madre directamente a quirófano. Durante la espera, la matrona abriría una vía
para facilitar que se ponga el gotero una vez en el
hospital.
¿Cúanto tiempo llevaría transladar a la madre al
hospital? Obviamente depende de la distancia hasta el hospital y del tráfico,
pero incluso si el parto comenzó en el mismo hospital, preparar el quirófano y
el material quirúrgico también lleva tiempo. Hay una tabla interesante en el
estudio de Tuffnell et
al que muestra los pasos que se siguen desde que se toma la decisión hasta
el nacimiento en una operación de cesárea. Si estuvieras de parto y hubiese
pérdida de bienestar fetal, te sorprendería cúanto tiempo se tarda en empezar a
operar, y el tiempo que tardaría el cirujano en
empezar.
En el Reino Unido, el objetivo es que la cesárea se
realice a los 30 minutos de tomar la decisión, pero los estudios muestran que
este objetivo normalmente no se cumple. Por ejemplo MacKenzie and Cooke (2001)
descubrieron que en el hospital de Oxford, el tiempo entre decisión y nacimiento
en las cesáreas de emergencia estaba en 42.9
minutos.
Es inevitable que el traslado desde casa para la cesárea
de emergencia requerirá más tiempo que en los partos hospitalarios pero,
dependiendo de lo largo que sea el traslado, la diferencia no será tan grande
como se podría esperar.
El asunto principal es que en los partos domiciliarios,
que son de bajo riesgo, y sin intervenciones que aumenten ese riesgo, como
inducción o uso de medicamentos, las posibilidades de necesitar una cesárea de
emergencia son realmente muy bajas.
¿Y si tienes placenta retenida o hemorragia
post-parto?
Las matronas que atienden partos en casa llevan a los
nacimientos los mismos medicamentos que se usan en el hospital para expulsar la
placenta y para parar una hemorragia, como la oxitocina sintética o el metergin.
Si aun con estas medidas, la hemorragia no se controlara, se llamaría a una
ambulancia para el traslado al hospital mientras se toman otras medidas para las
cuales la matrona también está preparada, como poner
suero.
En cualquier caso, el riesgo de una hemorragia post-parto
es menor en los partos domiciliarios, ya que las hemorragias son a veces
causadas por los procedimientos empleados en el
hospital.
¿Y si hay un prolapso de
cordón?
El prolapso de cordón es una situación rarísima pero muy
grave, que consiste en que cuando el cordón umbilical sale del útero antes que
bebé y se puede sentir en la vagina. Cuando la cabeza del bebé desciende
presiona el cordón y se restringe el aporte de oxígeno. Hay mucho más riesgo de
prolapso de cordón umbilical cuando se ha dado una rotura de membranas
prematura.
Normalmente se requiere una cesárea de emergencia. Si
esta situación se diera en casa, la matrona indicaría a la madre que se pusiera
a cuatro patas con la cabeza más baja que el resto del cuerpo para alivir la
presión de la cervix y del cordón. Es posible que la matrona tuviera que
mantener una mano dentro de la vagina, manteniendo la cabeza del bebé encima del
cordón, mientras se espera a que llegue la ambulancia o durante el traslado al
hospital. Sería una visión interesante para los vecinos, pero podría salvar la
vida del bebé. En cualquier caso, este es un caso en que cualquier demora puede
ser fatal y en el que, sin duda, el hospital es el mejor sitio para estar. El
asunto es ¿qué probabilidades hay de que ocurra un prolapso de
cordón?
El prolapso es una complicación que puede ser fatal tanto
en casa como en el hospital. En el estudio National Birthday Trust
Fund de partos en casa en el Reino Unido se buscaron casos de prolapso de
cordón. De un total de 10,695 mujeres, ocurrió un prolapso. Los autores detallan
que esta situación normalmente se da en 1 de cada 900 nacimientos, pero es mucho
más probable en algunas categorías de alto riesgo: presentación de nalgas o
transversa, bebés pequeños, polihidramnios… son tipos de partos que se descartan
para ser domiciliarios y se atienden en el
hospital.
¿Y si el bebé muere? ¿Cómo te sentirás
entonces?
Hay bebés que mueren durante partos en casa, también hay
bebés que mueren en partos en el hospital. Los estudios serios muestran la misma probabilidad de muerte
perinatal en partos domiciliarios y hospitalarios. La muerte puede deberse a
anomalías congénitas o a cosas que podrían haber pasado en cualquier
lugar.
En rarísimas ocasiones un bebé muere en un parto
domiciliario en una situación en la que podría haber sobrevivido en un parto
hospitalario. Quizá en una cesárea de verdadera emergencia con un traslado
dificultoso. Pero la situación contraria también se da, hay bebés que mueren en
partos hospitalarios cuando podrían haber sobrevivido si hubieran nacido en su
casa. Esto podría pasar por dificultades respiratorias tras una cesárea, una
infección adquirida en el hospital, traumatismos de un parto instrumental,
reacción a los medicamentos que tomó la madre o lesiones provenientes de la
inducción.
La mayoría de las veces no se puede saber si en un sitio
o en otro el resultado habría sido diferente. Lo que sí se puede hacer es mirar
a los resultados en cifras de los estudios que comparan partos en casa y partos
hospitalarios, y la realidad es que los expertos coinciden en que en los partos
en casa no hay más probabilidad de que el bebé muera, pero sí mucho menos riesgo
de que la madre o el bebé sean sometidos a intervenciones dañinas y no
deseadas.
http://bebeagogo.wordpress.com/2011/04/02/parto-en-casa-%C2%BFy-que-pasa-si/
muchas dudas relativas a la seguridad. Aunque los estudios muestran que los
partos domiciliarios son al menos tan seguros como los hospitalarios, la mayoría
de la gente a la que se comunica la decisión de recibir al bebé en casa harán
una pregunta que comience con ¿y si….? Aquí hay algunas de los
respuestas:
¿Y si el bebé viene con una o varias vueltas de
cordón?
Más o menos uno de cada tres bebés nace con el cordón
umbilical alrededor del cuello sin que ello suponga ningún problema. Puede estar
enrollado con una, dos, tres vueltas o más. Aunque de un poco de miedo,
normalmente no es una complicación grave, algunos bebés necesitan reanimación
como frotarles la piel, darles aire con una bolsa y máscara u oxígeno, pero la
mayoría están perfectamente. Sólo en casos excepcionales es algo más grave,
tanto si el bebé nace en casa como si nace en el hospital, y la situación casi
siempre se trata igual en ambos sitios .
Si el cordón está muy apretado, puede que la cabeza no
descienda y haya signos de malestar fetal al apretarse el cordón durante las
contracciones, cuando la cabeza es empujada hacia abajo. Las matronas que
atienden partos en casa monitorean regularmente el latido fetal y si se
encontraran signos de pérdida de bienestar fetal se procedería al traslado al
hospital. Si hubiera una bradicardia continuada se procedería a realizar una
cesárea.
De todas formas, en la mayoría de los casos, el cordón
está lo suficientemente suelto para permitir al bebé nacer vaginalmente. Si el
bebé no ha dado signos de sufrimiento durante la dilatación y la cabeza
desciende, la situación se manejaría igual en casa o en el hospital – igualmente
no habría tiempo para una cesárea si el bebé mostrara estos signos en los
últimos diez minutos del parto. Cuando sale la cabeza, si el cordón está lo
suficientemente suelto, la matrona lo desenvueve, o sujeta la cabeza cerca del
perineo cuando sale el resto del cuerpo, y le hace un giro de manera que el bebé
nazca a través del nudo del cordón. Si el cordón está muy apretado, es posible
que se pince y se corte el cordón en cuanto salga la cabeza. Muchas matronas
experimentadas aseguran de que casi nunca es necesario cortar el cordón en esta
situación porque, cuando el útero se contrae y la barriga del bebé se mueve
hacia abajo, el cordón se afloja.
Es mejor evitar el corte prematuro del cordón por dos
razones. En primer lugar, si los hombros del bebé se atascan después de haber
cortado el cordón, se quedaría sin oxígeno hasta que nazca. En segundo lugar, el
corte del cordón deja al bebé sin una cantidad importante de su sangre que
normalmente recibiría de la placenta a través del cordón durante los primeros
minutos después del parto, lo que se relaciona con varios problemas, como un
riesgo más elevado de anemia durante la infancia.
Si el bebé no nace en buenas condiciones, la matrona le
reanimará, y los pasos que se siguen en casa, al menos en primera instancia, son
los mismos que en el hospital (ver más abajo en “¿y si el bebé necesita
reanimación?”
¿Y si hay una distocia de
hombros?
Distocia de hombros significa que la cabeza del bebé ha
salido, pero los hombros se quedan atascados. Es una amenaza grave para el bebé,
ya que no podrá respirar hasta que todo el cuerpo se encuentre fuera de la
madre, porque los pulmones no tienen espacio para hincharse, y es posible que
tampoco reciba oxígeno por el cordón, que puede estar comprimido. Es una
situación difícil tanto si se da en el hospital como en
casa.
Primero de todo hay que destacar que la distocia de
hombros es más frecuente en los partos donde la mujer está reclinada sobre su
espalda y sin libertad de movimientos. Cuando la madre puede elegir en qué
posición parir, instintivamente elegirá, en casos de posible distocia, una
posición asimétrica que permita que el bebé rote y facilite así el nacimiento.
El uso de oxitocina sintética también aumenta el riesgo de distocia. Por tanto,
hay muchos más casos de distocia en el hospital que en
casa.
Por otra parte, las matronas que atienden en casa saben
qué hacer en caso de distocia, y las maniobras que se pueden realizar para
liberar el hombro atascado se pueden realizar tanto en los partos hospitalarios
como en los domiciliarios. Normalmente consisten en cambiar a la mujer de
posición. La maniobre de McRoberts, por ejemplo, consiste en tumbar a la muer de
espaldas, con las rodillas flexionadas bajo las axilas mientras la matrona
desatasca el hombro con la mano.
Información sobre distocia y las
maniobras que se realizan para solucionarla en la página de mimos y
teta
Información amplia sobre distocia en
inglés
¿Y si el bebé necesita
reanimación?
Las matronas que atienden partos en casa llevan equipos
de reanimación a los nacimientos y están entrenadas para reanimar al bebé. La
mayoría de los métodos de reanimación que se emplean en los hospitales están
disponibles en casa también y, desde luego, todos los que es más probable
necesitar tras un parto vaginal eutócico.
En los estudios se muestra que es más probable que los
bebés necesiten reanimación cuando nacen en el hospital, esto se debe a varias
causas: en primer lugar, en los partos domiciliarios la madre no suele recibir
medicamentos para el dolor. La epidural y otros tipos de anestesia aumentan el
riesgo de necesidad de reanimación. Por otra parte, en algunos hospitales
todavía es frecuente el pinzamiento prematuro del cordón umbilical, lo que hace
que el bebé necesite respirar con urgencia, ya que no recibe oxígeno a través
del cordón umbilical.
“Reanimación” es un término que se da a diferentes
medidas que se toman para ayudar o permitir que al recién nacido a que respire
por sí mismo. Las formas más comunes incluyen:
Estimular al bebé frotando su piel
vigorosamente.
Succionar la boca y nariz con una pera u otro artefacto
para quitar la mucosidad o cualquier cosa que bloquee las vías
respiratorias.
Dar aire u oxígeno al bebé mediante un ambú (una bolsa de
aire y una máscara que se acciona manualmente) o por entubación, con una sonda
que se pasa por la tráquea y puede estar conectada a un
respirador.
Si la respiración del bebé se ve afectada por los
opiáceos contra el dolor que haya tomado la madre, se puede administrar al bebé
el medicamento Naloxona.
Succionar, la Naloxona, y ventilar con la máscara son
todo intervenciones que se pueden realizar en casa. La entubación no se realiza
en casa ya que el procedimiento es arriesgado y puede empeorar la situación
respiratoria del bebé, pero sólo es necesaria en casos muy serios. Si se
necesita reanimación durante un periodo de tiempo largo, la matrona utilizará la
bolsa y máscara durante el translado al hospital. Hay estudios que muestran que la ventilación de aire al recién
nacido es igual o más efectiva que la ventilación de
oxígeno.
¿Y si quieres la epidural?
En casa no se puede poner la epidural, ya que se necesita
un anestesista para ello. Además, la epidural conlleva muchos riesgos, por lo
que si realmente la mujer desea usarla en un parto domiciliario debería ser
transladada al hospital.
Hay varios puntos a tener en cuenta. En primer lugar el
dolor en los partos en casa suele ser más manejable que en los partos
hospitalarios, porque la mujer tiene libertad de movimiento e intimidad, lo que
favorece la secreción de endorfinas que mitigan la sensación de dolor. Además en
casa es más fácil para la mujer llevar a cabo otros métodos para sobrellevar el
dolor, como acceso ininterrumpido al agua, vocalización, masaje, ambiente
relajado…
Por otra parte, antes de usar la epidural hay que ser
consciente de que ésta implica muchos riesgos: para la madre riesgo de
hipotensión, temblores, incontinencia urinaria, picores, naúseas y vómitos,
dolor de espalda y de cabeza postparto, fiebre y más raramente otros efectos
secundarios más graves como convulsiones, parálisis o shock anafiláftico. Para
el bebé hay riesgo de sufrimiento fetal, bradicardia, y dificulta el
establecimiento de la lactancia, pudiendo ser causa de una succión
desorganizada. Además el uso de la epidural favorece una serie de
intervenciones, ya que frena las contracciones, lo que propicia el uso de
oxitocina sintética, que aumenta el riesgo de sufrimiento fetal, con lo que sube
el riesgo de cesárea…. Al emplear la anestesia la mujer deberá permanecer
tumbara, lo que dificulta que el bebé baje y gire para colocarse bien, lo que
genera la necesidad de nuevas intervenciones.
¿Y si necesitaras un parto instrumental (forceps,
ventosa)?
Antiguamente se utilizaba a veces la instrumentalización
en los partos domiciliarios, pero debido a los riesgos que esto conlleva para el
bebé (heridas en el bebé, riesgo de distocia de hombro) y la madre (desgarro,
hemorragia), este tipo de intervenciones no se realizan en
casa.
Si se precisaran forceps o ventosas, por ejemplo por no
progresión del parto, la madre tendría que ser trasladada al hospital. En
ocasiones, tras llegar al hospital la madre da a luz en parto eutócico, mientras
que otras veces necesita la instrumentalización. Normalmente no es una situación
de emergencia, aunque sí es molesto e incómodo trasladarse a esas alturas del
parto.
¿Y si se precisara una
cesárea?
La inmensa mayoría de cesáreas no programadas se realizan
por progreso insuficiente en el parto, una situación en la que ni la madre ni el
bebé están en peligro inmediato. Si ese fuera el caso, la madre sería trasladada
al hospital. Los partos planeados en el hospital muestran un número de cesáreas
muy por encima de los partos planeados en casa. Esto es porque el estar entre
extraños y el uso de epidural retrasa o frena en muchísimas ocasiones la
dinámica de parto, llevando a una cesárea. Además, en los hospitales se tiende a
forzar el proceso de parto, intentando acelerarlo o que siga unos patrones
predeterminados de modo que, si la dilatación no se ajusta a ellos, se
interviene aumentando así el riesgo de cesárea.
El término “cesárea de emergencia” puede ser confuso,
porque en realidad significa que esa cesárea no estaba planeada al principio del
parto, no hace alusión a si la madre o el bebé están en peligro inmediato. Lo
que normalmente asusta es una cesárea de verdadera urgencia, en la que el bebé
tiene que nacer inmediatamente, pero esto es muy raro en un parto de bajo riesgo
donde se respeta todo el proceso. Aún así, puede suceder. Puede que el latido
fetal indique a la matrona que el bebé está en serias dificultades, que el
cordón esté muy apretado alrededor del cuello (aunque, como hemos, dicho, un
tercio de bebés viene con vuelta al cuello y no da problemas), o que el cordón
esté presionado dentro del útero. También la madre podría sangrar por un
desprendimiento parcial de placenta o, muy raramente, por una ruptura
uterina.
En una emergencia como ésta, la matrona llamaría
inmediatamente a una ambulancia y se avisaría al hospital para que prepararan el
quirófano y el equipo quirúrgico. El equipo de la ambulancia transladaría a la
madre directamente a quirófano. Durante la espera, la matrona abriría una vía
para facilitar que se ponga el gotero una vez en el
hospital.
¿Cúanto tiempo llevaría transladar a la madre al
hospital? Obviamente depende de la distancia hasta el hospital y del tráfico,
pero incluso si el parto comenzó en el mismo hospital, preparar el quirófano y
el material quirúrgico también lleva tiempo. Hay una tabla interesante en el
estudio de Tuffnell et
al que muestra los pasos que se siguen desde que se toma la decisión hasta
el nacimiento en una operación de cesárea. Si estuvieras de parto y hubiese
pérdida de bienestar fetal, te sorprendería cúanto tiempo se tarda en empezar a
operar, y el tiempo que tardaría el cirujano en
empezar.
En el Reino Unido, el objetivo es que la cesárea se
realice a los 30 minutos de tomar la decisión, pero los estudios muestran que
este objetivo normalmente no se cumple. Por ejemplo MacKenzie and Cooke (2001)
descubrieron que en el hospital de Oxford, el tiempo entre decisión y nacimiento
en las cesáreas de emergencia estaba en 42.9
minutos.
Es inevitable que el traslado desde casa para la cesárea
de emergencia requerirá más tiempo que en los partos hospitalarios pero,
dependiendo de lo largo que sea el traslado, la diferencia no será tan grande
como se podría esperar.
El asunto principal es que en los partos domiciliarios,
que son de bajo riesgo, y sin intervenciones que aumenten ese riesgo, como
inducción o uso de medicamentos, las posibilidades de necesitar una cesárea de
emergencia son realmente muy bajas.
¿Y si tienes placenta retenida o hemorragia
post-parto?
Las matronas que atienden partos en casa llevan a los
nacimientos los mismos medicamentos que se usan en el hospital para expulsar la
placenta y para parar una hemorragia, como la oxitocina sintética o el metergin.
Si aun con estas medidas, la hemorragia no se controlara, se llamaría a una
ambulancia para el traslado al hospital mientras se toman otras medidas para las
cuales la matrona también está preparada, como poner
suero.
En cualquier caso, el riesgo de una hemorragia post-parto
es menor en los partos domiciliarios, ya que las hemorragias son a veces
causadas por los procedimientos empleados en el
hospital.
¿Y si hay un prolapso de
cordón?
El prolapso de cordón es una situación rarísima pero muy
grave, que consiste en que cuando el cordón umbilical sale del útero antes que
bebé y se puede sentir en la vagina. Cuando la cabeza del bebé desciende
presiona el cordón y se restringe el aporte de oxígeno. Hay mucho más riesgo de
prolapso de cordón umbilical cuando se ha dado una rotura de membranas
prematura.
Normalmente se requiere una cesárea de emergencia. Si
esta situación se diera en casa, la matrona indicaría a la madre que se pusiera
a cuatro patas con la cabeza más baja que el resto del cuerpo para alivir la
presión de la cervix y del cordón. Es posible que la matrona tuviera que
mantener una mano dentro de la vagina, manteniendo la cabeza del bebé encima del
cordón, mientras se espera a que llegue la ambulancia o durante el traslado al
hospital. Sería una visión interesante para los vecinos, pero podría salvar la
vida del bebé. En cualquier caso, este es un caso en que cualquier demora puede
ser fatal y en el que, sin duda, el hospital es el mejor sitio para estar. El
asunto es ¿qué probabilidades hay de que ocurra un prolapso de
cordón?
El prolapso es una complicación que puede ser fatal tanto
en casa como en el hospital. En el estudio National Birthday Trust
Fund de partos en casa en el Reino Unido se buscaron casos de prolapso de
cordón. De un total de 10,695 mujeres, ocurrió un prolapso. Los autores detallan
que esta situación normalmente se da en 1 de cada 900 nacimientos, pero es mucho
más probable en algunas categorías de alto riesgo: presentación de nalgas o
transversa, bebés pequeños, polihidramnios… son tipos de partos que se descartan
para ser domiciliarios y se atienden en el
hospital.
¿Y si el bebé muere? ¿Cómo te sentirás
entonces?
Hay bebés que mueren durante partos en casa, también hay
bebés que mueren en partos en el hospital. Los estudios serios muestran la misma probabilidad de muerte
perinatal en partos domiciliarios y hospitalarios. La muerte puede deberse a
anomalías congénitas o a cosas que podrían haber pasado en cualquier
lugar.
En rarísimas ocasiones un bebé muere en un parto
domiciliario en una situación en la que podría haber sobrevivido en un parto
hospitalario. Quizá en una cesárea de verdadera emergencia con un traslado
dificultoso. Pero la situación contraria también se da, hay bebés que mueren en
partos hospitalarios cuando podrían haber sobrevivido si hubieran nacido en su
casa. Esto podría pasar por dificultades respiratorias tras una cesárea, una
infección adquirida en el hospital, traumatismos de un parto instrumental,
reacción a los medicamentos que tomó la madre o lesiones provenientes de la
inducción.
La mayoría de las veces no se puede saber si en un sitio
o en otro el resultado habría sido diferente. Lo que sí se puede hacer es mirar
a los resultados en cifras de los estudios que comparan partos en casa y partos
hospitalarios, y la realidad es que los expertos coinciden en que en los partos
en casa no hay más probabilidad de que el bebé muera, pero sí mucho menos riesgo
de que la madre o el bebé sean sometidos a intervenciones dañinas y no
deseadas.
http://bebeagogo.wordpress.com/2011/04/02/parto-en-casa-%C2%BFy-que-pasa-si/
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