Mostrando entradas con la etiqueta embarazo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta embarazo. Mostrar todas las entradas
15 mar 2012
12 mar 2012
♥Nuestro tercer bebé

Mi tercer embarazo y parto....
Nuestro tercer embarazo llegó un poco de sorpresita, aunque ya estaba planeado, íbamos a empezar la búsqueda el siguiente mes y cuando me di cuenta,
ya tenía un hermoso POSITIVO en mis manos!!
Fue un embarazo muy difícil al principio, muchos ascos, muchos vómitos, muchas náusea, baja de presión tremendas! Y atender 2 nenes más.. pero mi marido fue mi gran apoyo al igual
que mi hijo mayor. Pero en cuanto se fue eso, todo empezó a ir excelente!!
Me sentía de maravilla!! con una energía impresionante!
Comenzamos la búsqueda para tener un bello parto. Bueno, primero conocimos
a un doctor pro PVDC (Parto vaginal después de cesárea), Nos enseñó el
segmento inferior donde me hicieron la cesárea anterior, nos explicó que
estaba muy engrosado y que eso me hacía perfecta candidata a un parto vaginal
sin problemas, por lo mismo de que está engrosado y no adelgazado
pudiendo causar complicaciones a la hora del parto. Que son muy raras las
complicaciones pero se llegan a dar. Eso me dejó mas tranquila, pues aunque
yo ya sabía que podía tener un PVDC con esto no habían Peros que
valieran.
Bueno, hicimos cuentas y no podríamos pagar el parto con este
doctor, así que a buscarle de nuevo. Encontramos una clínica de partos en
agua, apartamos y al ir a conocer la clínica y a la partera, no nos gustó
para nada, ni el trato; ni el lugar. Decidimos que ahí no. A mis 24 semanas
de embarazo, una conocida (se llama Paola) estaba embarazada y conoció a
una partera, ya le faltaba poco para tener a su bebita..Yo solo esperaba
que nos platicara cómo era esa partera, qué le había dicho, me moría por
saber el momento en el que entrara en trabajo de parto, estaba yo
muy emocionada. Quería ver cómo le iba a ella con esa partera para ver si yo
me animaba a verla también, pero aun no estaba segura. Así que comenzó el trabajo
de parto de Paola, yo estaba solo esperando a ver qué escribía.
Ella iba relatando qué iba haciendo durante el trabajo de parto, eso me
despertó un sentimiento que tenía ya olvidado, bloqueado. Recordé porqué había
querido que mi segundo bebé naciera en casa, quería estar en mi ambiente, mi
lugar: mi casa, donde fue concebido mi bebé, donde iba a llegar en un ambiente
cálido y no frío de un hospital. muchas razones...Y decidí solo ver si a Paola
la trataba bien su partera, a ella, a su marido y a su hija mayor. Si respetaba
su proceso de parto, su parto y varias cosas más, pues eso es muy importante
para mí, pues como dije: con mi embarazo anterior no hubo respeto en mi proceso
de parto. Y sucedió: nació la bebita de Paola y supe que todo había salido
hermoso!! y yo corrí a hacer cita con la partera. Quería
ver el relato de Paola antes, pero no me aguanté, e hice la cita, y no me
equivoqué ya que al leer después el relato, fue maravilloso!!! y me dió
mucha confianza.
Al llegar a la cita nos recibió una señora
abrazándonos,
preguntando cómo estábamos, chuleando a mis hijos. Supe que era Mirna: la partera,
qué bello recibimiento nos dio: cálida, llena de ángel y buena vibra.Y así
transcurrió mi embarazo, tranquilo y hermoso, mi bebé en la
pancita era un bebito muy tranquilo, nunca me despertó una sola noche con sus movimientos.
Íbamos a Cuernavaca que es donde Mirna da consulta y era increíble! Nos
encantaba ir. Llegaron las 37 semanas un Domingo 20 de junio del 2010 y yo
sabía que no iba a pasar de esa semana aunque la fecha probable de parto era el
11 de Julio.
Ese Domingo 20 de Junio de 2010, estábamos celebrando el día del padre en casa
de mis suegros cuando comencé con contracciones cada diez minutos durante dos
horas, sin embargo, algo en mí me decía que no era hora todavía. Así que me relajé
y tranquilicé. El lunes 21 de junio también tuve contracciones pero sin ritmo,
irregulares. El martes 22 de Junio a las 6:30am me despertó una contracción muy
fuerte, pero me volví a dormir... a las 7:00am otra igual. Me levanté a hacer
desayunos, preparar a mi hijo para la escuela, y todas mis
actividades. Pude distinguir que ya eran las contracciones reales, mi corazón me
lo decía, y aparte con cada contracción tenía una necesidad inmensa de apretar o
morder algo… Yo sabía que esa madrugada nacería mi bebecito. ¿Por qué en la
madrugada? Porque así lo había decretado desde un principio: que mi bebé
naciera en la madrugada para que todo fuera más tranquilo, sin ruidos, mi hijo
menor dormidito, más relajado todo... en fin. Sabía que mi trabajo de parto iba
a ser largo porque así lo visualicé, largo y hermoso, tal como con mis primeros
dos primeros hijos. ¡Así que me mentalicé y me dispuse a disfrutarlo como
nunca! Mi marido se fue a trabajar
(afortunadamente trabaja muy cerca de casa). Me dijo que si seguían siendo regulares
las contracciones le llamara para que regresara a casa.
A las 8:00am vino otra contracción. Decidí llamarle
a Mirna y a mi esposo. Pronto él se regresó para ayudarme a preparar todo;
teníamos que alistarnos porque ese día era mi ultrasonido y sí era muy
importante saber cómo estaba mi cicatriz de la cesárea anterior, el cordón de
mi bebé, el líquido, etc. No nos fuimos sin antes
hacer una pequeña pintura de las manitas de mis hijos y de mi marido sobre mi pancita.
Las contracciones eran ya cada 20 minutos, unas muy intensas, otras no tanto.
En pleno trabajo de parto me hicieron el ultrasonido... TODO salió perfecto: mi
cicatriz lucía engrosada y sin problemas, el líquido bien, el cordón perfecto,
el bebé sin vueltas de cordón. Salimos del ultrasonido y prácticamente nos
encontramos en el camino con Mirna. Llegamos juntos a la casa,ella había venido
con su asistente Miriam. Mirna me revisó la
cintura para ver de cuánto aproximadamente estaba dilatada; me explicó que cuando
no hay dilatación, hay un hueco en una parte específica, y mientras se va dilatando
desaparece ese huequito. Me dijo que tenía aproximadamente entre cuatro y cinco
de dilatación. Yo estaba muy tranquila y relajada. Ya era hora de comer, ¡y a
mí se me antojó una quesadilla de chicharrón prensado! Antojo muy
raro que mi amor se encargó de conseguir. Mi suegra llegó con pollos
rostizados. Nos sentamos todos a comer, yo feliz con mi quesadilla que solo era
comer poquita por el antojo.. pero me la terminé!!! y me supo deliciosa!!, comí
pollo rostizado, mucha agua...La comida fue algo así como un picnic, y por momentos
me olvidaba que estaba en trabajo de parto. Para estos momentos las contracciones
habían parado. Me senté un ratito en la pelota para hacer círculos sobre ella;
me encontraba de lo más a gusto, platicando, cuando comenzaron de nuevo las
contracciones. Entonces, salimos a caminar un rato por mi
fraccionamiento, mis hijos jugaron un rato; cuando nos metimos a la casa las contracciones
se habían vuelto un poco más regulares y fuertes. Comenzamos a ver unos videos
de parto, uno de ellos hermosísimo, el parto de Naoli Vinaver.
Yo estaba sentada en la pelota, feliz.Y así transcurrió la tarde.
Cuando mis contracciones se pararon durante un buen rato, me empecé a preocupar;
regresó la sombra de mi segundo parto, que no dilataba. Mirna solo con verme
sabía lo que yo estaba pensando; tomó mi mano y me dijo: ya casi esta aquí tu
niña (ella creía que era niña) yo le manifesté mi preocupación, de porqué mis
contracciones se paraban?, porqué unas eran menos fuertes que otras?
no se supone que deben ir en aumento? ella sonrió y me dijo: relájate que todo va
perfecto!! y al verla tan relajada, decidí dejarme llevar, bendita Mirna!!
Llegó un momento donde mi bella familia y amigas me hablaban por teléfono preguntando
cómo iba? , cuántos centímetros de dilatación tenía? ,Cuándo iba a nacer? Ya?
Ya nació?, ya se tardó, no?...Así que decidí apagar mi celular y mi teléfono de
casa para no distraerme. Sé que lo hacían con buena intención, son
un amor!! Pero me estaban estresando mucho…Era un parto natural, la
naturaleza siguiendo su curso.
Yo no quise separarme ni un momento de mi marido, a donde él iba, yo iba, pues
con cada contracción quería abrazarlo. Si yo estaba en la planta alta y él en
la planta baja, solo le gritaba para que subiera corriendo porque me estaba
dando otra contracción. Lo único que quería era abrazarlo y apretarlo muy fuerte.Recuerdo
haberlo visto preparar la alberquita, y me relajé mas al saber que ya se estaba
llenando. Ya era noche, estábamos todos en la mesa y
llegó mi mamá. Yo no quise cenar nada, no tenía hambre, comenzaba a sentirme un
poco cansada.Me subí a acostar mientras mi marido acostaba a mi hijo menor.
¡Dormí como 10minutos! Y no quise saber nada de la cama pues las
contracciones eran insoportables estando acostada. Mejor me levanté a
leerle un cuento a mi chiquito, pero ya se había dormido ...esa noche mi nene dejaría
de ser el hermano menor para convertirse ahora en hermanito mayor del bebé que
estaba a punto de nacer. Antes de dormir mi hijo , cuando yo estaba tratando de
conciliar el sueño; me dio su bendición, y se quedó dormido con papi.Mirna
subió a mi recámara y me hizo un tacto, no me dijo cuánto tenía,
pero me dijo que eso no importaba pues mi cuello del útero estaba para atrás (cuello
en retroversión) y eso hacía que la dilatación no fuera tan efectiva, así que
me lo acomodó. Esto fue molesto, pero muy necesario. Para entonces yo no tenía
ni salida de líquido, ni de tapón, cosa que me sorprendió, pues con mis hijos
fue lo primero que expulsé: el tapón.No cabe duda que cada embarazo y parto son
muy diferentes, uno del otro. Estuvimos en la sala un rato, platicando, yo en
la pelota todo el tiempo,me paraba a caminar, las contracciones eran muy muy
intensas ya; y regulares.Mirna me hacía unos masajes qué ayudaban mucho con el
dolor y mi amor igual me los hacía mientras yo estaba prendida a su cuello. Mi
hijo mayor estaba ahí todavía, no quería irse a dormir hasta que naciera su
hermanito. Yo ledije que tenía que ir a
dormir, que ya era tarde. Mi niño me dijo que por favor lo despertara cuando ya
fuera a nacer, le dije que sí; me abrazó, me dió su bendición y se fue a acostar.Eran
las 12am cuando decidí meterme al agua.¡Qué delicioso se siente! Una relajación
padrísima, me estaba durmiendo. Pronto mi marido se metió conmigo,para así yo
tener mayor apoyo en la espalda.¡Por supuesto, yo estaba muy feliz!Lo tenía
atrás de mí abrazándome, sosteniéndome, y con cada contracción lo apretaba del
cuello. Fue un apoyo impresionante tener a mi amor
ahí junto a mí, acariciándome, hablándome y sosteniéndome siempre.
Agua calientita, deliciosa. Mirna me hizo tacto y
de nuevo el cuello hacia atrás; a acomodarlo otra vez. Esta vez no me molestó,
mas bien sentí un masaje muy rico en el cuello del útero.Nos dejaron solos a mi
amor y a mí , y el ambiente era precioso, se respiraba amor, nos besábamos, nos
acariciábamos.
Dí un gemido muy fuerte por una contracción, qué intenso!! .
Mirna regresó, nos decía palabras bonitas, toda tranquila ella. Pusieron música
en mi recámara, música de piano preciosa!!
Mirna me enseñó a respirar para ayudar
a mi bebecito a bajar, en pocos segundos aprendí a hacerlo y funciona muy bien
y se siente padrísimo ver cómo va bajando el baby.
Recuerdo vagamente que escuchaba a mi marido respirar conmigo, a mi ritmo. Ya las
contracciones eran muy seguidas y muy dolorosas. Después de un ratito comenzó a
salir el tapón poco a poco. Tenía yo 9 de dilatación. ¡Faltaba muy poco! Yo ya
no podía, gruñía, jadeaba... pero me concentraba en mi hijo todo el tiempo y en
las manos de mi marido. Llegó el momento en que me sentí muy agotada, pues las
contracciones venían una tras otra: mi bebé ya estaba
coronando. Yo en ese momento rezaba mentalmente, visualizaba a mi bebé saliendo
perfecto… ¡Qué intenso ardor! Por un momento olvidé todo lo aprendido y leído;
me ganó el temor, pensaba “¿Qué es este ardor? ¡Me estoy desgarrando!” Cuando
recordé que era el famoso aro de fuego. Yo quería pujar pero no lo hacía, pues
era cuando más me podía desgarrar...Pensaba: “¡En qué me metí¡” Y dice mi
marido que grité eso: “¡En qué me metí!” Pensaba que ya no iba a poder más, y
me vino a la mente: porqué mejor no me hice una cesárea y
ya?????Recuerdo escuchar a mi marido y a Mirna lejos. Y de pronto regresé, y me
dije: “¡Pero qué babosadas estoy pensando!” Ya estoy aquí, y mi bebé está
aquí tratando desacar su cabecita.¡Cómo no voy a poder si él lo está
intentando! ¡Está luchando por nacer! Eso me dió más fuerzas.-Momentos antes pregunté
por mi hijo mayor -pues él no se quería perder el nacimiento de su hermanito y
de pronto ya estaba ahí; se despertó antes, se sentó a mi lado. Todo tranquilo,
me veía y me sonreía, me tomó de la mano por un instante, pero llegó la
contracción y lo solté para tomar la mano de mi esposo, pues en ese momento
pensé que podía lastimar la manita de mi hijo al apretarla. ¡Gemí,
grité, pujé lo más fuerte que pude y al fin salió su cabecita! Le costó un
poquito de trabajo pues tenía su manita en la frente. Y después vino otra contracción,
otro empujoncito, y salió mi amorcito hermoso. ¡Es
Indescriptible esta emoción! ¡Todo dolor se olvida
en ese instante, euforia total! ¿Reír? ¿Llorar? Todo junto, ¡sí! Es magia.
Sentirlo calientito, ese bello pedacito que tanto cuidé durante 37 semanas, esa
cosita hermosa que decidió hacernos llegar un POSITIVO antes de lo planeado,
esa cosita bella que se alocaba en mi vientre al escuchar a sus hermanos y a su
papi jugando... había llegado...¡Por
fin! Y entonces, pude escuchar su llanto unos segundos, ya que al abrazarlo dejó
de llorar. ¡Qué sonido tan dulce, por fin podía tocarlo! ¡Sus manitas hermosas
y pequeñas! Y cuando supe que era niño me sentí muy feliz, pues yo ya lo
presentía. Después de unos minutos el cordón dejó de latir y mi hijo mayor
lo cortó...a la primera le costó trabajo, pero a la segunda ya lo pudo hacer bien.Taparon
a mi bebito y se lo llevaron a vestir porque el agua ya se estaba enfriando, y
ahí fue mi hijo mayor tras él, siempre pendiente. Ahora me tocaba expulsar la
placenta.El útero ya se estaba contrayendo y la placenta aun no salía. Mirna
empezó a verse preocupada, pues en verdad mi útero se contraía muy rápido y yo
ni señas de expulsar la placenta. Me pidió que hiciera reflejo de vómito y eso
hice, y gracias a Dios comencé con contracciones y me dieron gotitas de hierbas
que prepara mi partera para evitar
hemorragia, que por cierto me estuvieron dando horas antes. Así, después de un rato
la placenta salió, completita y enorme. De inmediato me cargaron
mi suegra y Mirna a la cama para estar horizontal y evitar hemorragias. Mi bebé
ya estaba tapadito, mi marido estaba indispuesto, se sintió mal y le bajó mucho
la presión, pero se compuso rápido. Comenzamos la lactancia... yo aun estaba mojada
y tenía frío, pero se pasó rápido. Mi bebecito se prendió al pecho perfectamente,
el instinto de los bebés es increíble que saben qué hacer. Mi bebé me veía y me veía. Sus ojitos bien
abiertos y hermosos, totalmente alerta.
Ya eran las 4 y fracción de la mañana y a esa hora
me hicieron chocolate caliente para recuperar energías y un pan relleno de
queso philadelphia que qué delicioso me supo! mi suegra se puso a preparar tortas
de pollo rostizado, de las cuales mi hijo mayor se comió una tenía hambre mi niño.
A eso de las 5am, uno a uno nos fuimos durmiendo. Recuerdo que abrí mis persianas
para que entrara la luz de los faroles de mi fraccionamiento y así poder ver a
mi bebecito. Lo tenía ahí acostadito junto a mí, y no paraba de admirarlo...
Todos dormían ya, menos yo. No podía dejar de ver a mi chiquito, ¡no podía con
tanta emoción! ¡No podía creer que lo habíamos logrado! Me
sentía en un sueño: estaba en MI CASA, con MI MARIDO acostado ahí junto a mí, con
MI HIJO MAYOR , quien había visto nacer a su hermanito, con MI HIJO MENOR durmiendo
en la habitación de al lado, YO en MI CAMA, en MI AMBIENTE.No paraba de darle
gracias a Dios porque todo había salido perfecto.Mi bebé se llama Ángel, pesó
3.200 kg y midió51 cm, llegó a las 3:32am del día 23 de junio del 2010, a las
37 semanas.
Y como detalle, nació con lo que llaman:
"camisa o cofia de la suerte".
Aquí una breve explicación de lo que significa:
" Entre los seres humanos es raro que la
criatura nazca envuelta en
su bolsa amniótica, y cuando esto sucede, en varias partes se considera como un
auspicio muy feliz y en varios lugares es como un don nacer con la "camisa
o cofia de la suerte" y es para varias culturas "protegido
por los Dioses", este nuevo ser será un gran curandero y protector de
la naturaleza". (extraído de un folleto escrito por MirnaEdith Amaya
Valladares)Cuando nació Ángel tenía esa pequeña telita.. era blanca blanca y mi
bebecito estaba todo cubierto con grasita blanca, nada de sangre tenía mi niño.
Es una membrana especial donde se envuelve el bebe dentro de la bolsa amniótica".
Sea lo que sea es un nene muy amado que tendrá los mismos valores
que tienen sus hermanos para ser hombres de bien.
Los primeros días fueron difíciles pues se la pasó pegado a mi pecho todo el tiempo, tomando puro calostro, ya al segundo día por la madrugada comenzó a bajar la leche; que por cierto se me había olvidado de que dolía un poco. Mi hijo menor se destetó definitivamente 2 semanas antes del nacimiento de su hermanito, a sus 3 años 2 meses,
ya no quiso mas y punto. A los 2 días de nacer su hermanito me pidió pecho, le
dí y apenas probó la leche y dijo: ya no mamá, ya soy niño grande, gracias mamá,
y se fue.Así de simple y natural, él decidió cuándo dejar el pecho, cómo
dejarlo y punto.Estoy muy feliz y agradecida por haber logrado una bella
lactancia con mi chiquito, fue hermosaaa!Ahora toca con este nuevo
bebito y todo va perfecto!! Igual espero sea muy prolongada!.
Respecto a mí, no me desgarré nada gracias a Dios y a que Mirna me cuidó el periné muy bien mientras la cabecita de mi bebé salía.Sí molesta un poco después toda el área, pues hay inflamación obviamente, pero se pasa rápido con pomadita desinflamatoria. Lo único malo fue que me salieron 2 pequeñas hemorroides que los primeros días molestaron mucho, pero con una pomadita de árnica con hammamelis poniéndomela cada rato, se quitaron muy rápido gracias a Dios.
Ni hablar, gajes de parir naturalmente.
Y bueno, pasé alrededor de 21 horas de trabajo de parto, un parto que al fin pudo
ser NATURAL, sin intervenciones difíciles, sin suero, sin oxitocina sintética,
sin episiotomía, sin epidural, sin ruptura artificial de bolsa y sobre todo SIN
PRESIONES. Todo vino a su tiempo preciso y perfecto. Mi cuerpo y mi bebé se
tomaron su tiempo y punto, como debe ser, dejando que la naturaleza
que es tan sabia y hermosa actuara.Fue un trabajo de parto hermoso. Lleno de paz,
buena vibra, tranquilo, amoroso.Mi bebito eligió su día de nacimiento, su hora,
nos sincronizamos en muchas cosas. Estoy feliz porque tuve un trabajo de parto
divino, al final sí, un poco doloroso, una media hora muy dolorosa; pero
hermoso y lo disfruté mucho!! El parto fue precioso, emotivo, lleno de amor.Parí
con placer, lo disfruté mucho!Por la mañana desperté creyendo
que todo había sido un sueño. No, no lo soñé! Mi bebito estaba ahí a mi lado, durmiendo
entre papá y mamá, plácido, hermoso! Mi hijo de en medio se despertó como
siempre dando un brinco a mi cama, cuando le enseñé una sorpresita: su bebé
(así le decía él) ya estaba aquí! Su cara se iluminó, sonrió y el beso no se
hizo esperar.
Hoy puedo decir que me siento muy orgullosa de mí misma. ¡Lo logré! Y de la mano de mi equipo. Me llena haber sentido, haber vivido cada sensación al máximo, cada contracción, cada dolor, cada gemido, cada quejido, cada gruñido, cada caricia.Soy una mujer muy
agradecida.
Agradezco a mi mami y a mi suegra por toda su ayuda.
A Mirna que siempre estuvo apoyando, siempre cariñosa, siempre al pendiente. Una bella señora que nos ayudó a lograr nuestro sueño, y
que nos dio un parto respetado, al igual que Miriam tan cariñosa y atenta.
Y agradezco infinitamente a mi esposo, mi mayor apoyo, hombre hermoso.
Agradezco a mis hijos por estar ahí y ser tan hermosos y cariñosos con su hermanito.
Mis 3 grandes maestros, mis niños, mis bendiciones.
Gracias a Dios porque mi bebito llegó sano y yo estoy bien. Todo salió de maravilla.
Agradezco a toda la gente que estuvo al pendiente de nosotros.
Bienvenido Ángel, hermoso rayito de sol,
TE AMAMOS!
Hoy, Ángel es un nene muy inquieto, con un carácter bastante fuerte y muy muy cariñoso
y risueño. Bastante inteligente, nos trae locos este bebé precioso!
ESTE ES NUESTRO VIDEO :)
Nuestro tercer embarazo llegó un poco de sorpresita, aunque ya estaba planeado, íbamos a empezar la búsqueda el siguiente mes y cuando me di cuenta,
ya tenía un hermoso POSITIVO en mis manos!!
Fue un embarazo muy difícil al principio, muchos ascos, muchos vómitos, muchas náusea, baja de presión tremendas! Y atender 2 nenes más.. pero mi marido fue mi gran apoyo al igual
que mi hijo mayor. Pero en cuanto se fue eso, todo empezó a ir excelente!!
Me sentía de maravilla!! con una energía impresionante!
Comenzamos la búsqueda para tener un bello parto. Bueno, primero conocimos
a un doctor pro PVDC (Parto vaginal después de cesárea), Nos enseñó el
segmento inferior donde me hicieron la cesárea anterior, nos explicó que
estaba muy engrosado y que eso me hacía perfecta candidata a un parto vaginal
sin problemas, por lo mismo de que está engrosado y no adelgazado
pudiendo causar complicaciones a la hora del parto. Que son muy raras las
complicaciones pero se llegan a dar. Eso me dejó mas tranquila, pues aunque
yo ya sabía que podía tener un PVDC con esto no habían Peros que
valieran.
Bueno, hicimos cuentas y no podríamos pagar el parto con este
doctor, así que a buscarle de nuevo. Encontramos una clínica de partos en
agua, apartamos y al ir a conocer la clínica y a la partera, no nos gustó
para nada, ni el trato; ni el lugar. Decidimos que ahí no. A mis 24 semanas
de embarazo, una conocida (se llama Paola) estaba embarazada y conoció a
una partera, ya le faltaba poco para tener a su bebita..Yo solo esperaba
que nos platicara cómo era esa partera, qué le había dicho, me moría por
saber el momento en el que entrara en trabajo de parto, estaba yo
muy emocionada. Quería ver cómo le iba a ella con esa partera para ver si yo
me animaba a verla también, pero aun no estaba segura. Así que comenzó el trabajo
de parto de Paola, yo estaba solo esperando a ver qué escribía.
Ella iba relatando qué iba haciendo durante el trabajo de parto, eso me
despertó un sentimiento que tenía ya olvidado, bloqueado. Recordé porqué había
querido que mi segundo bebé naciera en casa, quería estar en mi ambiente, mi
lugar: mi casa, donde fue concebido mi bebé, donde iba a llegar en un ambiente
cálido y no frío de un hospital. muchas razones...Y decidí solo ver si a Paola
la trataba bien su partera, a ella, a su marido y a su hija mayor. Si respetaba
su proceso de parto, su parto y varias cosas más, pues eso es muy importante
para mí, pues como dije: con mi embarazo anterior no hubo respeto en mi proceso
de parto. Y sucedió: nació la bebita de Paola y supe que todo había salido
hermoso!! y yo corrí a hacer cita con la partera. Quería
ver el relato de Paola antes, pero no me aguanté, e hice la cita, y no me
equivoqué ya que al leer después el relato, fue maravilloso!!! y me dió
mucha confianza.
Al llegar a la cita nos recibió una señora
abrazándonos,
preguntando cómo estábamos, chuleando a mis hijos. Supe que era Mirna: la partera,
qué bello recibimiento nos dio: cálida, llena de ángel y buena vibra.Y así
transcurrió mi embarazo, tranquilo y hermoso, mi bebé en la
pancita era un bebito muy tranquilo, nunca me despertó una sola noche con sus movimientos.
Íbamos a Cuernavaca que es donde Mirna da consulta y era increíble! Nos
encantaba ir. Llegaron las 37 semanas un Domingo 20 de junio del 2010 y yo
sabía que no iba a pasar de esa semana aunque la fecha probable de parto era el
11 de Julio.
Ese Domingo 20 de Junio de 2010, estábamos celebrando el día del padre en casa
de mis suegros cuando comencé con contracciones cada diez minutos durante dos
horas, sin embargo, algo en mí me decía que no era hora todavía. Así que me relajé
y tranquilicé. El lunes 21 de junio también tuve contracciones pero sin ritmo,
irregulares. El martes 22 de Junio a las 6:30am me despertó una contracción muy
fuerte, pero me volví a dormir... a las 7:00am otra igual. Me levanté a hacer
desayunos, preparar a mi hijo para la escuela, y todas mis
actividades. Pude distinguir que ya eran las contracciones reales, mi corazón me
lo decía, y aparte con cada contracción tenía una necesidad inmensa de apretar o
morder algo… Yo sabía que esa madrugada nacería mi bebecito. ¿Por qué en la
madrugada? Porque así lo había decretado desde un principio: que mi bebé
naciera en la madrugada para que todo fuera más tranquilo, sin ruidos, mi hijo
menor dormidito, más relajado todo... en fin. Sabía que mi trabajo de parto iba
a ser largo porque así lo visualicé, largo y hermoso, tal como con mis primeros
dos primeros hijos. ¡Así que me mentalicé y me dispuse a disfrutarlo como
nunca! Mi marido se fue a trabajar
(afortunadamente trabaja muy cerca de casa). Me dijo que si seguían siendo regulares
las contracciones le llamara para que regresara a casa.
A las 8:00am vino otra contracción. Decidí llamarle
a Mirna y a mi esposo. Pronto él se regresó para ayudarme a preparar todo;
teníamos que alistarnos porque ese día era mi ultrasonido y sí era muy
importante saber cómo estaba mi cicatriz de la cesárea anterior, el cordón de
mi bebé, el líquido, etc. No nos fuimos sin antes
hacer una pequeña pintura de las manitas de mis hijos y de mi marido sobre mi pancita.
Las contracciones eran ya cada 20 minutos, unas muy intensas, otras no tanto.
En pleno trabajo de parto me hicieron el ultrasonido... TODO salió perfecto: mi
cicatriz lucía engrosada y sin problemas, el líquido bien, el cordón perfecto,
el bebé sin vueltas de cordón. Salimos del ultrasonido y prácticamente nos
encontramos en el camino con Mirna. Llegamos juntos a la casa,ella había venido
con su asistente Miriam. Mirna me revisó la
cintura para ver de cuánto aproximadamente estaba dilatada; me explicó que cuando
no hay dilatación, hay un hueco en una parte específica, y mientras se va dilatando
desaparece ese huequito. Me dijo que tenía aproximadamente entre cuatro y cinco
de dilatación. Yo estaba muy tranquila y relajada. Ya era hora de comer, ¡y a
mí se me antojó una quesadilla de chicharrón prensado! Antojo muy
raro que mi amor se encargó de conseguir. Mi suegra llegó con pollos
rostizados. Nos sentamos todos a comer, yo feliz con mi quesadilla que solo era
comer poquita por el antojo.. pero me la terminé!!! y me supo deliciosa!!, comí
pollo rostizado, mucha agua...La comida fue algo así como un picnic, y por momentos
me olvidaba que estaba en trabajo de parto. Para estos momentos las contracciones
habían parado. Me senté un ratito en la pelota para hacer círculos sobre ella;
me encontraba de lo más a gusto, platicando, cuando comenzaron de nuevo las
contracciones. Entonces, salimos a caminar un rato por mi
fraccionamiento, mis hijos jugaron un rato; cuando nos metimos a la casa las contracciones
se habían vuelto un poco más regulares y fuertes. Comenzamos a ver unos videos
de parto, uno de ellos hermosísimo, el parto de Naoli Vinaver.
Yo estaba sentada en la pelota, feliz.Y así transcurrió la tarde.
Cuando mis contracciones se pararon durante un buen rato, me empecé a preocupar;
regresó la sombra de mi segundo parto, que no dilataba. Mirna solo con verme
sabía lo que yo estaba pensando; tomó mi mano y me dijo: ya casi esta aquí tu
niña (ella creía que era niña) yo le manifesté mi preocupación, de porqué mis
contracciones se paraban?, porqué unas eran menos fuertes que otras?
no se supone que deben ir en aumento? ella sonrió y me dijo: relájate que todo va
perfecto!! y al verla tan relajada, decidí dejarme llevar, bendita Mirna!!
Llegó un momento donde mi bella familia y amigas me hablaban por teléfono preguntando
cómo iba? , cuántos centímetros de dilatación tenía? ,Cuándo iba a nacer? Ya?
Ya nació?, ya se tardó, no?...Así que decidí apagar mi celular y mi teléfono de
casa para no distraerme. Sé que lo hacían con buena intención, son
un amor!! Pero me estaban estresando mucho…Era un parto natural, la
naturaleza siguiendo su curso.
Yo no quise separarme ni un momento de mi marido, a donde él iba, yo iba, pues
con cada contracción quería abrazarlo. Si yo estaba en la planta alta y él en
la planta baja, solo le gritaba para que subiera corriendo porque me estaba
dando otra contracción. Lo único que quería era abrazarlo y apretarlo muy fuerte.Recuerdo
haberlo visto preparar la alberquita, y me relajé mas al saber que ya se estaba
llenando. Ya era noche, estábamos todos en la mesa y
llegó mi mamá. Yo no quise cenar nada, no tenía hambre, comenzaba a sentirme un
poco cansada.Me subí a acostar mientras mi marido acostaba a mi hijo menor.
¡Dormí como 10minutos! Y no quise saber nada de la cama pues las
contracciones eran insoportables estando acostada. Mejor me levanté a
leerle un cuento a mi chiquito, pero ya se había dormido ...esa noche mi nene dejaría
de ser el hermano menor para convertirse ahora en hermanito mayor del bebé que
estaba a punto de nacer. Antes de dormir mi hijo , cuando yo estaba tratando de
conciliar el sueño; me dio su bendición, y se quedó dormido con papi.Mirna
subió a mi recámara y me hizo un tacto, no me dijo cuánto tenía,
pero me dijo que eso no importaba pues mi cuello del útero estaba para atrás (cuello
en retroversión) y eso hacía que la dilatación no fuera tan efectiva, así que
me lo acomodó. Esto fue molesto, pero muy necesario. Para entonces yo no tenía
ni salida de líquido, ni de tapón, cosa que me sorprendió, pues con mis hijos
fue lo primero que expulsé: el tapón.No cabe duda que cada embarazo y parto son
muy diferentes, uno del otro. Estuvimos en la sala un rato, platicando, yo en
la pelota todo el tiempo,me paraba a caminar, las contracciones eran muy muy
intensas ya; y regulares.Mirna me hacía unos masajes qué ayudaban mucho con el
dolor y mi amor igual me los hacía mientras yo estaba prendida a su cuello. Mi
hijo mayor estaba ahí todavía, no quería irse a dormir hasta que naciera su
hermanito. Yo ledije que tenía que ir a
dormir, que ya era tarde. Mi niño me dijo que por favor lo despertara cuando ya
fuera a nacer, le dije que sí; me abrazó, me dió su bendición y se fue a acostar.Eran
las 12am cuando decidí meterme al agua.¡Qué delicioso se siente! Una relajación
padrísima, me estaba durmiendo. Pronto mi marido se metió conmigo,para así yo
tener mayor apoyo en la espalda.¡Por supuesto, yo estaba muy feliz!Lo tenía
atrás de mí abrazándome, sosteniéndome, y con cada contracción lo apretaba del
cuello. Fue un apoyo impresionante tener a mi amor
ahí junto a mí, acariciándome, hablándome y sosteniéndome siempre.
Agua calientita, deliciosa. Mirna me hizo tacto y
de nuevo el cuello hacia atrás; a acomodarlo otra vez. Esta vez no me molestó,
mas bien sentí un masaje muy rico en el cuello del útero.Nos dejaron solos a mi
amor y a mí , y el ambiente era precioso, se respiraba amor, nos besábamos, nos
acariciábamos.
Dí un gemido muy fuerte por una contracción, qué intenso!! .
Mirna regresó, nos decía palabras bonitas, toda tranquila ella. Pusieron música
en mi recámara, música de piano preciosa!!
Mirna me enseñó a respirar para ayudar
a mi bebecito a bajar, en pocos segundos aprendí a hacerlo y funciona muy bien
y se siente padrísimo ver cómo va bajando el baby.
Recuerdo vagamente que escuchaba a mi marido respirar conmigo, a mi ritmo. Ya las
contracciones eran muy seguidas y muy dolorosas. Después de un ratito comenzó a
salir el tapón poco a poco. Tenía yo 9 de dilatación. ¡Faltaba muy poco! Yo ya
no podía, gruñía, jadeaba... pero me concentraba en mi hijo todo el tiempo y en
las manos de mi marido. Llegó el momento en que me sentí muy agotada, pues las
contracciones venían una tras otra: mi bebé ya estaba
coronando. Yo en ese momento rezaba mentalmente, visualizaba a mi bebé saliendo
perfecto… ¡Qué intenso ardor! Por un momento olvidé todo lo aprendido y leído;
me ganó el temor, pensaba “¿Qué es este ardor? ¡Me estoy desgarrando!” Cuando
recordé que era el famoso aro de fuego. Yo quería pujar pero no lo hacía, pues
era cuando más me podía desgarrar...Pensaba: “¡En qué me metí¡” Y dice mi
marido que grité eso: “¡En qué me metí!” Pensaba que ya no iba a poder más, y
me vino a la mente: porqué mejor no me hice una cesárea y
ya?????Recuerdo escuchar a mi marido y a Mirna lejos. Y de pronto regresé, y me
dije: “¡Pero qué babosadas estoy pensando!” Ya estoy aquí, y mi bebé está
aquí tratando desacar su cabecita.¡Cómo no voy a poder si él lo está
intentando! ¡Está luchando por nacer! Eso me dió más fuerzas.-Momentos antes pregunté
por mi hijo mayor -pues él no se quería perder el nacimiento de su hermanito y
de pronto ya estaba ahí; se despertó antes, se sentó a mi lado. Todo tranquilo,
me veía y me sonreía, me tomó de la mano por un instante, pero llegó la
contracción y lo solté para tomar la mano de mi esposo, pues en ese momento
pensé que podía lastimar la manita de mi hijo al apretarla. ¡Gemí,
grité, pujé lo más fuerte que pude y al fin salió su cabecita! Le costó un
poquito de trabajo pues tenía su manita en la frente. Y después vino otra contracción,
otro empujoncito, y salió mi amorcito hermoso. ¡Es
Indescriptible esta emoción! ¡Todo dolor se olvida
en ese instante, euforia total! ¿Reír? ¿Llorar? Todo junto, ¡sí! Es magia.
Sentirlo calientito, ese bello pedacito que tanto cuidé durante 37 semanas, esa
cosita hermosa que decidió hacernos llegar un POSITIVO antes de lo planeado,
esa cosita bella que se alocaba en mi vientre al escuchar a sus hermanos y a su
papi jugando... había llegado...¡Por
fin! Y entonces, pude escuchar su llanto unos segundos, ya que al abrazarlo dejó
de llorar. ¡Qué sonido tan dulce, por fin podía tocarlo! ¡Sus manitas hermosas
y pequeñas! Y cuando supe que era niño me sentí muy feliz, pues yo ya lo
presentía. Después de unos minutos el cordón dejó de latir y mi hijo mayor
lo cortó...a la primera le costó trabajo, pero a la segunda ya lo pudo hacer bien.Taparon
a mi bebito y se lo llevaron a vestir porque el agua ya se estaba enfriando, y
ahí fue mi hijo mayor tras él, siempre pendiente. Ahora me tocaba expulsar la
placenta.El útero ya se estaba contrayendo y la placenta aun no salía. Mirna
empezó a verse preocupada, pues en verdad mi útero se contraía muy rápido y yo
ni señas de expulsar la placenta. Me pidió que hiciera reflejo de vómito y eso
hice, y gracias a Dios comencé con contracciones y me dieron gotitas de hierbas
que prepara mi partera para evitar
hemorragia, que por cierto me estuvieron dando horas antes. Así, después de un rato
la placenta salió, completita y enorme. De inmediato me cargaron
mi suegra y Mirna a la cama para estar horizontal y evitar hemorragias. Mi bebé
ya estaba tapadito, mi marido estaba indispuesto, se sintió mal y le bajó mucho
la presión, pero se compuso rápido. Comenzamos la lactancia... yo aun estaba mojada
y tenía frío, pero se pasó rápido. Mi bebecito se prendió al pecho perfectamente,
el instinto de los bebés es increíble que saben qué hacer. Mi bebé me veía y me veía. Sus ojitos bien
abiertos y hermosos, totalmente alerta.
Ya eran las 4 y fracción de la mañana y a esa hora
me hicieron chocolate caliente para recuperar energías y un pan relleno de
queso philadelphia que qué delicioso me supo! mi suegra se puso a preparar tortas
de pollo rostizado, de las cuales mi hijo mayor se comió una tenía hambre mi niño.
A eso de las 5am, uno a uno nos fuimos durmiendo. Recuerdo que abrí mis persianas
para que entrara la luz de los faroles de mi fraccionamiento y así poder ver a
mi bebecito. Lo tenía ahí acostadito junto a mí, y no paraba de admirarlo...
Todos dormían ya, menos yo. No podía dejar de ver a mi chiquito, ¡no podía con
tanta emoción! ¡No podía creer que lo habíamos logrado! Me
sentía en un sueño: estaba en MI CASA, con MI MARIDO acostado ahí junto a mí, con
MI HIJO MAYOR , quien había visto nacer a su hermanito, con MI HIJO MENOR durmiendo
en la habitación de al lado, YO en MI CAMA, en MI AMBIENTE.No paraba de darle
gracias a Dios porque todo había salido perfecto.Mi bebé se llama Ángel, pesó
3.200 kg y midió51 cm, llegó a las 3:32am del día 23 de junio del 2010, a las
37 semanas.
Y como detalle, nació con lo que llaman:
"camisa o cofia de la suerte".
Aquí una breve explicación de lo que significa:
" Entre los seres humanos es raro que la
criatura nazca envuelta en
su bolsa amniótica, y cuando esto sucede, en varias partes se considera como un
auspicio muy feliz y en varios lugares es como un don nacer con la "camisa
o cofia de la suerte" y es para varias culturas "protegido
por los Dioses", este nuevo ser será un gran curandero y protector de
la naturaleza". (extraído de un folleto escrito por MirnaEdith Amaya
Valladares)Cuando nació Ángel tenía esa pequeña telita.. era blanca blanca y mi
bebecito estaba todo cubierto con grasita blanca, nada de sangre tenía mi niño.
Es una membrana especial donde se envuelve el bebe dentro de la bolsa amniótica".
Sea lo que sea es un nene muy amado que tendrá los mismos valores
que tienen sus hermanos para ser hombres de bien.
Los primeros días fueron difíciles pues se la pasó pegado a mi pecho todo el tiempo, tomando puro calostro, ya al segundo día por la madrugada comenzó a bajar la leche; que por cierto se me había olvidado de que dolía un poco. Mi hijo menor se destetó definitivamente 2 semanas antes del nacimiento de su hermanito, a sus 3 años 2 meses,
ya no quiso mas y punto. A los 2 días de nacer su hermanito me pidió pecho, le
dí y apenas probó la leche y dijo: ya no mamá, ya soy niño grande, gracias mamá,
y se fue.Así de simple y natural, él decidió cuándo dejar el pecho, cómo
dejarlo y punto.Estoy muy feliz y agradecida por haber logrado una bella
lactancia con mi chiquito, fue hermosaaa!Ahora toca con este nuevo
bebito y todo va perfecto!! Igual espero sea muy prolongada!.
Respecto a mí, no me desgarré nada gracias a Dios y a que Mirna me cuidó el periné muy bien mientras la cabecita de mi bebé salía.Sí molesta un poco después toda el área, pues hay inflamación obviamente, pero se pasa rápido con pomadita desinflamatoria. Lo único malo fue que me salieron 2 pequeñas hemorroides que los primeros días molestaron mucho, pero con una pomadita de árnica con hammamelis poniéndomela cada rato, se quitaron muy rápido gracias a Dios.
Ni hablar, gajes de parir naturalmente.
Y bueno, pasé alrededor de 21 horas de trabajo de parto, un parto que al fin pudo
ser NATURAL, sin intervenciones difíciles, sin suero, sin oxitocina sintética,
sin episiotomía, sin epidural, sin ruptura artificial de bolsa y sobre todo SIN
PRESIONES. Todo vino a su tiempo preciso y perfecto. Mi cuerpo y mi bebé se
tomaron su tiempo y punto, como debe ser, dejando que la naturaleza
que es tan sabia y hermosa actuara.Fue un trabajo de parto hermoso. Lleno de paz,
buena vibra, tranquilo, amoroso.Mi bebito eligió su día de nacimiento, su hora,
nos sincronizamos en muchas cosas. Estoy feliz porque tuve un trabajo de parto
divino, al final sí, un poco doloroso, una media hora muy dolorosa; pero
hermoso y lo disfruté mucho!! El parto fue precioso, emotivo, lleno de amor.Parí
con placer, lo disfruté mucho!Por la mañana desperté creyendo
que todo había sido un sueño. No, no lo soñé! Mi bebito estaba ahí a mi lado, durmiendo
entre papá y mamá, plácido, hermoso! Mi hijo de en medio se despertó como
siempre dando un brinco a mi cama, cuando le enseñé una sorpresita: su bebé
(así le decía él) ya estaba aquí! Su cara se iluminó, sonrió y el beso no se
hizo esperar.
Hoy puedo decir que me siento muy orgullosa de mí misma. ¡Lo logré! Y de la mano de mi equipo. Me llena haber sentido, haber vivido cada sensación al máximo, cada contracción, cada dolor, cada gemido, cada quejido, cada gruñido, cada caricia.Soy una mujer muy
agradecida.
Agradezco a mi mami y a mi suegra por toda su ayuda.
A Mirna que siempre estuvo apoyando, siempre cariñosa, siempre al pendiente. Una bella señora que nos ayudó a lograr nuestro sueño, y
que nos dio un parto respetado, al igual que Miriam tan cariñosa y atenta.
Y agradezco infinitamente a mi esposo, mi mayor apoyo, hombre hermoso.
Agradezco a mis hijos por estar ahí y ser tan hermosos y cariñosos con su hermanito.
Mis 3 grandes maestros, mis niños, mis bendiciones.
Gracias a Dios porque mi bebito llegó sano y yo estoy bien. Todo salió de maravilla.
Agradezco a toda la gente que estuvo al pendiente de nosotros.
Bienvenido Ángel, hermoso rayito de sol,
TE AMAMOS!
Hoy, Ángel es un nene muy inquieto, con un carácter bastante fuerte y muy muy cariñoso
y risueño. Bastante inteligente, nos trae locos este bebé precioso!
ESTE ES NUESTRO VIDEO :)
♥Nuestro segundo bebé

Mi segundo embarazo y parto....
También supe que venía nuestro
segundo baby porque de nuevo sentí cuando lo
concebimos. Aparte tenía
demasiada hambre, agruras, sueño, etc, y me hice una
prueba 1 semana antes de mi
fecha de regla y salió positiva!! tenue la
segunda rayita, pero ahí
estaba, y el día que tenía que bajarme, me fui al
laboratorio para corroborar y
era un hermoso POSITIVO. Todo tranquilo, feliz!
temerosa por un aborto
espontáneo que había tenido anteriormente, pero
optimista de que todo iba a
estar bien. Mis náuseas comenzaron a las 6
semanas, me atacaron duro,
igual los vómitos y de nuevo comencé con gastritis
fuerte y le llamé a mi
doctora y le pedí que me recetara inyecciones, pues
no quería volver a pasar lo
mismo que en mi anterior embarazo. Y así fue:
inyecciones, 1 diaria por 3
días fueron suficientes, obviamente de pronto
vomitaba pero era una vez
cada 4 días , ya no 5 veces al día!! con este bebé sólo
vomité en mi casa, nunca en
ninguna otra parte ; siempre alcanzaba a llegar,
solo a mi baño iba a vomitar.
Sinceramente yo
sentía mucha diferencia, sabía que este baby
iba a ser todo lo contrario a
su hermano. De ciática, me estaba dando pero me la
controlaron con homeopatía y
pude disfrutar de todo el embarazo sin
restricciones.
Decidimos dar a luz en
nuestro hogar y encontramos una partera que nos
recomendaron.
Mi embarazo siempre fue
perfecto, todos mis ultrasonidos concordaban con
mis fechas, es decir: no
tenía mi hijo ni una semana más ni una menos, para mis
últimas semanas él ya estaba
perfectamente encajado. En mi último ultrasonido
que fue el día 14 de Abril
del 2007, mostraba que tenía 37 semanas con 4 días, y
efectivamente, de acuerdo a
mi última regla así era. A mis 38 semanas recién
cumplidas, a las 9am del 17
de abril del 2007 comencé a arrojar el tapón, poco a
poco. Yo estuve muy
tranquila, muy relajada y así comenzamos a preparar todo
para la llegada de nuestro
bebito en nuestro hogar. Yo estaba muy tranquila,
me metía a bañar cuando me
sentía inquieta, escuchaba música, me relajé.
A las 5pm de ese mismo día
comencé con contracciones a cada hora, por lo que
nos comunicamos con la
partera para preguntarle qué debíamos hacer. Ella me
pidió ir a revisión a su
consultorio, lo cual no me pareció nada correcto puesto
que yo tenía entendido que
ella iría a mi casa, tomando en cuenta que mi trabajo
de parto ya había comenzado.
Desgraciadamente nos tocó hora pico en el tráfico y
con el desplazamiento me
estresé mucho, pues yo vivo en Cuautitlán y ella por el
aeropuerto.
Ya estando en el consultorio
me hizo un tacto en el cual resultó que tenía
tres de dilatación. Cuando
salí de ahí ya eran las 9 de la noche.
Nos fuimos a casa, y toda la
madrugada tuve contracciones fuertes pero
nada alarmante; eran cada 20
o 25 minutos… El 18 de abril a las 9am, llegaron
las parteras. Una de ellas me
hizo otro tacto y tenía 4 de dilatación, me
dijo que no iba bien, que iba
muy lenta, yo me sentí muy mal, como si no
estuviera haciendo las cosas bien.
Nunca me dio una sola palabra de aliento o de
ánimo, en seguida me mandó a
acostar y no sé porqué le hice caso, pero me
acosté. En ese preciso
momento yo necesitaba a mi primer hijo, lo quería
conmigo, pero la señora no me
permitió verlo, según esto para que me concentrara
en lo mío y no tuviera
distracciones; así que lo sacó de mi recámara, y le
cerraba la puerta cada vez
que quería entrar. Asimismo me pidió que
no platicara con mi marido,
lo cual me puso muy tensa. Yo tenía ya un nudo en
la garganta, me sentía a
merced de la señora. En las siguientes horas no sé
cuantos tactos más me hizo,
pero con cada tacto me lastimaba mucho y lo hacía
justo en contracciones,
además de que me “regañaba” porque iba lenta. Recuerdo
que ella le preguntaba a la
otra partera “¿Si caben tantos dedos, cuántos
centímetros son?…”Por
supuesto, esto se me hizo muy poco profesional y no me
dio confianza. Pronto me dio
homeopatía para dilatar más, me manteó, me puso a
gatear porque dijo que mi
bebé estaba chocando con mi hueso y que por eso no
dilataba. También me dijo que
como me pusieron oxitocina en mi primer parto, yo
no iba a poder tener un parto
natural si no era con oxitocina. ¡Vaya ánimos!
-me dije-.Escuchó la
frecuencia cardiaca de mi bebito y era de 140
latidos por minuto, y me dijo
que ya era hora de irnos al hospital porque mi
bebé estaba sufriendo mucho y
se podía morir. Obviamente, mi esposo y
yo aceptamos. Yo lloré mucho
por no poder tenerlo en casa, pero sabía que
primero estaba su vida y nos
fuimos al hospital. Ella no dejó que me fuera
en el carro con mi esposo,
sino con ella, y en el camino tuve siete
contracciones muy fuertes.
Llegamos al hospital. No llegaba el
anestesiólogo y yo ya tenía
muchas contracciones bastante seguidas. A la partera
la noté muy nerviosa; sin
embargo, aunque estuvimos aproximadamente una hora
esperando al anestesiólogo,
ninguna de las 2 parteras escucharon la
frecuencia cardiaca de mi
bebé…. ¿No era esa la razón de ser de la cesárea
que me practicarían? ¿Por qué
no estaban pendientes? Eso me hace pensar ahora
que no era verdad que estaba
sufriendo mi bebé. Es decir, si estaban tan
preocupadas por la frecuencia
cardiaca de mi bebito ¿Por qué no se habían
acercado a escucharlo durante
todo ese tiempo? Tan es así quelas parteras
estaban en mi habitación
comiéndose un gansito. A partir de ahí todo pasó muy
rápido para mí, yo me sentía
en shock. Por fin llegó el anestesiólogo y en
seguida me metieron a
quirófano, me pusieron anestesia pero ésta me puso muy
mal, me estaba desmayando, quería
vomitar, sentí frío..muy feo! Pronto la
sensación pasó, cortaron, y
no sentí más que un jaloncito la primera vez, yo
estaba muy feliz porque ya
iba a conocer a mi bebito, pero comencé a sentir
todo! Tenía mucho dolor,
ardor ¡ la anestesia me hizo efecto de la cintura para
arriba, yo no sentía brazos,
el pecho lo sentía dormido, fue una sensación muy
desagradable. Fue algo
terrible! Yo gritaba mucho, suplicaba que pararan.
Lloraba, pero nadie me escuchaba,
sólo mi esposo que estaba angustiado al
verme así (gracias a Dios
pasó conmigo al quirófano).
El anestesiólogo me decía que
no gritara, y me acariciaba el cabello tratando
de tranquilizarme…Pronto,
escuché llorar a mi bebito, en cuanto lo sacaron, si
no es que antes, mi hijo ya
estaba llorando, y daba unos gritos tremendos, se
movía muchísimo, estaba rojo
rojo, calientito. Me lo dieron sólo para darle un
beso y lo pusieron en una
esquina diciendo que estaba malito, que había tragado
líquido; le sacaron las
flemitas y estuvo minutos con ambiente húmedo, pero él
seguía llorando y agitando
brazos y piernas .Me cosieron, ahí ya no sentí nada…
me llevaron a mi cuarto de
inmediato. Yo estaba muy ansiosa porque quería ver a
mi bebito, estaba angustiada,
preocupada, aunque todavía no sentía las
piernas, las movía, tuve
mucha ansiedad. ¡Mucha angustia! Quería salir corriendo
de ahí para ver a mi niño.
Llegó la partera al cuarto y me regañó, me dijo
que no me moviera porque se
podía abrir la herida, y que el cirujano ya se había
ido, así que me podría venir
una hemorragia y ni quien me salvara… quiso decir
que me podía morir.
Yo me paralicé e hice un gran
esfuerzo por quedarme dormida. Al despertar, ya
estaba mi bebito conmigo y yo
escuchaba un quejidito cuando respiraba. Me
dijeron que era porque le
dolía la pancita por haber tragado líquido. La partera
me pidió que no le diera
leche materna porque yo estaba débil, ya que un día
antes no había comido bien y
ese día no traía nada en el estómago; entonces
llegó con un biberón lleno de
fórmula diciéndome que no me iba a salir leche ese
día, y que era mejor
alimentar a mi hijo así pues necesitaban ver si orinaba
bien. Yo acepté, “por la
salud” de mi bebito; sin embargo, en cuanto se fue ella
mi instinto me hizo pegármelo
al pecho, ¡Y sí salió calostro! Al fin me
dieron el alta, y en el
certificado de nacimiento la partera puso lo siguiente:
41 semanas APGAR: 5 y 7.
Le preguntamos asombrados por
esto, y nos respondió que las semanas eran
correctas, que mi bebé no
tenía 38 si no 41 semanas, y por eso estaba
sufriendo. Yo le dije que eso
no era verdad, y contestó que sí, que yo me había
equivocado con mi fecha de
última regla. Dijo también que el tamaño y el peso
eran de un niño de 41
semanas: ¡Si mi hijo pesó 3.250 y midió 50cm!.Habíamos
elegido tener un parto en
casa para tener un trato digno, un ambiente de amor
donde recibiríamos a nuestro
bebito, sin estrés, y resultó todo lo
contrario. Todo comenzó al ir
a casa de la partera el día anterior al parto,
no debí aceptar. Ahora, jamás
me dijo una palabra de aliento, nunca. Al
contrario, para ella todo
estaba mal, yo iba muy lenta. Me prohibió hablar con
mi esposo, le cerró la puerta
a mi hijo en la nariz. ¡Y no saben qué rabia me da
al recordarlo! Nunca dejó que
mi mamá entrara a mi recámara, y mi mamá tuvo que
subir casi a escondidas,
aprovechando que la partera había salido a caminar. Yo
confié ciegamente en ella; mi
esposo y yo, confiamos en ella, pusimos nuestras
vidas en sus manos. En ese
entonces me sentí mal porque creí que iba a tener
un trato más humano y digno.
¡Bendito Dios que no pasó nada grave, porque no sé
si estaríamos aquí! Y aunque
no reniego de mi cesárea, debo decir que yo sólo
buscaba un parto respetado y
hermoso, y no lo tuve, más bien tuve una cesárea no
respetada.
Me recuperé muy rápido
gracias a Dios y a los cuidados de mi marido y mi
mami. Mi hijo mayor
maravillado con su nuevo hermanito..Y así fue el
nacimiento de un nene hermoso
que es una bala!! Nada lo detiene. Es un niño muy cariñoso con un
carácter bastante fuerte. Es un niño muy luchón y muy
inteligente. Es un amor.
Agradezco a la partera por
declararse con esa actitud, incompetente para
hacer vivir a mi hijo y recurrir
a la cesárea… sólo que nos hubiéramos
evitado estos malos ratos si me
hubiera dicho desde un principio: tu bebé
viene en posición incorrecta,
no me siento capaz de hacer una maniobra para
hacer salir vivo a tu bebé,
mejor vámonos a la cesárea.. Lo hubiéramos
entendido perfecto y nos
hubiéramos ahorrado tantas preguntas, tantos
porqués.. pero en lugar de
aceptar que no podía hacer nada, se escudó en
decirme que mi bebe estaba
sufriendo, cuando no fue cierto.
Agradezco a la partera que me
haya hecho la cesárea, aunque no de acuerdo con
sus motivos. No dudo que sea
buena partera, a muchas les ha ido bien y qué
bueno!!pero a nosotros no! Y nos
sentimos muy muy contentos de aceptar mi
cesárea como necesaria.
Aunque desgraciadamente el trato no fue correcto, me
siento liberada! Sé que
muchas mujeres no entienden y se les hace patético eso de
las cesáreas innecesarias..
no juzguen… muchas lo ven como una simple
alternativa de nacer, una
simple forma de nacer, una simple cirugía.. pero
otras no, y así como se
respeta a quien decida una cesárea por gusto, también
se debe respetar a quien se
siente mal por ello.. que lo importante es que el
bebé esta bien? claro que sí!
pero también cuentan los sentimientos de la madre.
Se que no lo entiende mucha
gente.. pero solo respeto y tolerancia
Cometimos muchos errores en
este, nuestro segundo parto, pero ya perdoné y ya
me perdoné. Después de este
parto nació en mí con más fuerza la idea de un
parto hermoso y respetado,
natural. Pronto lograríamos ese sueño.
También supe que venía nuestro
segundo baby porque de nuevo sentí cuando lo
concebimos. Aparte tenía
demasiada hambre, agruras, sueño, etc, y me hice una
prueba 1 semana antes de mi
fecha de regla y salió positiva!! tenue la
segunda rayita, pero ahí
estaba, y el día que tenía que bajarme, me fui al
laboratorio para corroborar y
era un hermoso POSITIVO. Todo tranquilo, feliz!
temerosa por un aborto
espontáneo que había tenido anteriormente, pero
optimista de que todo iba a
estar bien. Mis náuseas comenzaron a las 6
semanas, me atacaron duro,
igual los vómitos y de nuevo comencé con gastritis
fuerte y le llamé a mi
doctora y le pedí que me recetara inyecciones, pues
no quería volver a pasar lo
mismo que en mi anterior embarazo. Y así fue:
inyecciones, 1 diaria por 3
días fueron suficientes, obviamente de pronto
vomitaba pero era una vez
cada 4 días , ya no 5 veces al día!! con este bebé sólo
vomité en mi casa, nunca en
ninguna otra parte ; siempre alcanzaba a llegar,
solo a mi baño iba a vomitar.
Sinceramente yo
sentía mucha diferencia, sabía que este baby
iba a ser todo lo contrario a
su hermano. De ciática, me estaba dando pero me la
controlaron con homeopatía y
pude disfrutar de todo el embarazo sin
restricciones.
Decidimos dar a luz en
nuestro hogar y encontramos una partera que nos
recomendaron.
Mi embarazo siempre fue
perfecto, todos mis ultrasonidos concordaban con
mis fechas, es decir: no
tenía mi hijo ni una semana más ni una menos, para mis
últimas semanas él ya estaba
perfectamente encajado. En mi último ultrasonido
que fue el día 14 de Abril
del 2007, mostraba que tenía 37 semanas con 4 días, y
efectivamente, de acuerdo a
mi última regla así era. A mis 38 semanas recién
cumplidas, a las 9am del 17
de abril del 2007 comencé a arrojar el tapón, poco a
poco. Yo estuve muy
tranquila, muy relajada y así comenzamos a preparar todo
para la llegada de nuestro
bebito en nuestro hogar. Yo estaba muy tranquila,
me metía a bañar cuando me
sentía inquieta, escuchaba música, me relajé.
A las 5pm de ese mismo día
comencé con contracciones a cada hora, por lo que
nos comunicamos con la
partera para preguntarle qué debíamos hacer. Ella me
pidió ir a revisión a su
consultorio, lo cual no me pareció nada correcto puesto
que yo tenía entendido que
ella iría a mi casa, tomando en cuenta que mi trabajo
de parto ya había comenzado.
Desgraciadamente nos tocó hora pico en el tráfico y
con el desplazamiento me
estresé mucho, pues yo vivo en Cuautitlán y ella por el
aeropuerto.
Ya estando en el consultorio
me hizo un tacto en el cual resultó que tenía
tres de dilatación. Cuando
salí de ahí ya eran las 9 de la noche.
Nos fuimos a casa, y toda la
madrugada tuve contracciones fuertes pero
nada alarmante; eran cada 20
o 25 minutos… El 18 de abril a las 9am, llegaron
las parteras. Una de ellas me
hizo otro tacto y tenía 4 de dilatación, me
dijo que no iba bien, que iba
muy lenta, yo me sentí muy mal, como si no
estuviera haciendo las cosas bien.
Nunca me dio una sola palabra de aliento o de
ánimo, en seguida me mandó a
acostar y no sé porqué le hice caso, pero me
acosté. En ese preciso
momento yo necesitaba a mi primer hijo, lo quería
conmigo, pero la señora no me
permitió verlo, según esto para que me concentrara
en lo mío y no tuviera
distracciones; así que lo sacó de mi recámara, y le
cerraba la puerta cada vez
que quería entrar. Asimismo me pidió que
no platicara con mi marido,
lo cual me puso muy tensa. Yo tenía ya un nudo en
la garganta, me sentía a
merced de la señora. En las siguientes horas no sé
cuantos tactos más me hizo,
pero con cada tacto me lastimaba mucho y lo hacía
justo en contracciones,
además de que me “regañaba” porque iba lenta. Recuerdo
que ella le preguntaba a la
otra partera “¿Si caben tantos dedos, cuántos
centímetros son?…”Por
supuesto, esto se me hizo muy poco profesional y no me
dio confianza. Pronto me dio
homeopatía para dilatar más, me manteó, me puso a
gatear porque dijo que mi
bebé estaba chocando con mi hueso y que por eso no
dilataba. También me dijo que
como me pusieron oxitocina en mi primer parto, yo
no iba a poder tener un parto
natural si no era con oxitocina. ¡Vaya ánimos!
-me dije-.Escuchó la
frecuencia cardiaca de mi bebito y era de 140
latidos por minuto, y me dijo
que ya era hora de irnos al hospital porque mi
bebé estaba sufriendo mucho y
se podía morir. Obviamente, mi esposo y
yo aceptamos. Yo lloré mucho
por no poder tenerlo en casa, pero sabía que
primero estaba su vida y nos
fuimos al hospital. Ella no dejó que me fuera
en el carro con mi esposo,
sino con ella, y en el camino tuve siete
contracciones muy fuertes.
Llegamos al hospital. No llegaba el
anestesiólogo y yo ya tenía
muchas contracciones bastante seguidas. A la partera
la noté muy nerviosa; sin
embargo, aunque estuvimos aproximadamente una hora
esperando al anestesiólogo,
ninguna de las 2 parteras escucharon la
frecuencia cardiaca de mi
bebé…. ¿No era esa la razón de ser de la cesárea
que me practicarían? ¿Por qué
no estaban pendientes? Eso me hace pensar ahora
que no era verdad que estaba
sufriendo mi bebé. Es decir, si estaban tan
preocupadas por la frecuencia
cardiaca de mi bebito ¿Por qué no se habían
acercado a escucharlo durante
todo ese tiempo? Tan es así quelas parteras
estaban en mi habitación
comiéndose un gansito. A partir de ahí todo pasó muy
rápido para mí, yo me sentía
en shock. Por fin llegó el anestesiólogo y en
seguida me metieron a
quirófano, me pusieron anestesia pero ésta me puso muy
mal, me estaba desmayando, quería
vomitar, sentí frío..muy feo! Pronto la
sensación pasó, cortaron, y
no sentí más que un jaloncito la primera vez, yo
estaba muy feliz porque ya
iba a conocer a mi bebito, pero comencé a sentir
todo! Tenía mucho dolor,
ardor ¡ la anestesia me hizo efecto de la cintura para
arriba, yo no sentía brazos,
el pecho lo sentía dormido, fue una sensación muy
desagradable. Fue algo
terrible! Yo gritaba mucho, suplicaba que pararan.
Lloraba, pero nadie me escuchaba,
sólo mi esposo que estaba angustiado al
verme así (gracias a Dios
pasó conmigo al quirófano).
El anestesiólogo me decía que
no gritara, y me acariciaba el cabello tratando
de tranquilizarme…Pronto,
escuché llorar a mi bebito, en cuanto lo sacaron, si
no es que antes, mi hijo ya
estaba llorando, y daba unos gritos tremendos, se
movía muchísimo, estaba rojo
rojo, calientito. Me lo dieron sólo para darle un
beso y lo pusieron en una
esquina diciendo que estaba malito, que había tragado
líquido; le sacaron las
flemitas y estuvo minutos con ambiente húmedo, pero él
seguía llorando y agitando
brazos y piernas .Me cosieron, ahí ya no sentí nada…
me llevaron a mi cuarto de
inmediato. Yo estaba muy ansiosa porque quería ver a
mi bebito, estaba angustiada,
preocupada, aunque todavía no sentía las
piernas, las movía, tuve
mucha ansiedad. ¡Mucha angustia! Quería salir corriendo
de ahí para ver a mi niño.
Llegó la partera al cuarto y me regañó, me dijo
que no me moviera porque se
podía abrir la herida, y que el cirujano ya se había
ido, así que me podría venir
una hemorragia y ni quien me salvara… quiso decir
que me podía morir.
Yo me paralicé e hice un gran
esfuerzo por quedarme dormida. Al despertar, ya
estaba mi bebito conmigo y yo
escuchaba un quejidito cuando respiraba. Me
dijeron que era porque le
dolía la pancita por haber tragado líquido. La partera
me pidió que no le diera
leche materna porque yo estaba débil, ya que un día
antes no había comido bien y
ese día no traía nada en el estómago; entonces
llegó con un biberón lleno de
fórmula diciéndome que no me iba a salir leche ese
día, y que era mejor
alimentar a mi hijo así pues necesitaban ver si orinaba
bien. Yo acepté, “por la
salud” de mi bebito; sin embargo, en cuanto se fue ella
mi instinto me hizo pegármelo
al pecho, ¡Y sí salió calostro! Al fin me
dieron el alta, y en el
certificado de nacimiento la partera puso lo siguiente:
41 semanas APGAR: 5 y 7.
Le preguntamos asombrados por
esto, y nos respondió que las semanas eran
correctas, que mi bebé no
tenía 38 si no 41 semanas, y por eso estaba
sufriendo. Yo le dije que eso
no era verdad, y contestó que sí, que yo me había
equivocado con mi fecha de
última regla. Dijo también que el tamaño y el peso
eran de un niño de 41
semanas: ¡Si mi hijo pesó 3.250 y midió 50cm!.Habíamos
elegido tener un parto en
casa para tener un trato digno, un ambiente de amor
donde recibiríamos a nuestro
bebito, sin estrés, y resultó todo lo
contrario. Todo comenzó al ir
a casa de la partera el día anterior al parto,
no debí aceptar. Ahora, jamás
me dijo una palabra de aliento, nunca. Al
contrario, para ella todo
estaba mal, yo iba muy lenta. Me prohibió hablar con
mi esposo, le cerró la puerta
a mi hijo en la nariz. ¡Y no saben qué rabia me da
al recordarlo! Nunca dejó que
mi mamá entrara a mi recámara, y mi mamá tuvo que
subir casi a escondidas,
aprovechando que la partera había salido a caminar. Yo
confié ciegamente en ella; mi
esposo y yo, confiamos en ella, pusimos nuestras
vidas en sus manos. En ese
entonces me sentí mal porque creí que iba a tener
un trato más humano y digno.
¡Bendito Dios que no pasó nada grave, porque no sé
si estaríamos aquí! Y aunque
no reniego de mi cesárea, debo decir que yo sólo
buscaba un parto respetado y
hermoso, y no lo tuve, más bien tuve una cesárea no
respetada.
Me recuperé muy rápido
gracias a Dios y a los cuidados de mi marido y mi
mami. Mi hijo mayor
maravillado con su nuevo hermanito..Y así fue el
nacimiento de un nene hermoso
que es una bala!! Nada lo detiene. Es un niño muy cariñoso con un
carácter bastante fuerte. Es un niño muy luchón y muy
inteligente. Es un amor.
Agradezco a la partera por
declararse con esa actitud, incompetente para
hacer vivir a mi hijo y recurrir
a la cesárea… sólo que nos hubiéramos
evitado estos malos ratos si me
hubiera dicho desde un principio: tu bebé
viene en posición incorrecta,
no me siento capaz de hacer una maniobra para
hacer salir vivo a tu bebé,
mejor vámonos a la cesárea.. Lo hubiéramos
entendido perfecto y nos
hubiéramos ahorrado tantas preguntas, tantos
porqués.. pero en lugar de
aceptar que no podía hacer nada, se escudó en
decirme que mi bebe estaba
sufriendo, cuando no fue cierto.
Agradezco a la partera que me
haya hecho la cesárea, aunque no de acuerdo con
sus motivos. No dudo que sea
buena partera, a muchas les ha ido bien y qué
bueno!!pero a nosotros no! Y nos
sentimos muy muy contentos de aceptar mi
cesárea como necesaria.
Aunque desgraciadamente el trato no fue correcto, me
siento liberada! Sé que
muchas mujeres no entienden y se les hace patético eso de
las cesáreas innecesarias..
no juzguen… muchas lo ven como una simple
alternativa de nacer, una
simple forma de nacer, una simple cirugía.. pero
otras no, y así como se
respeta a quien decida una cesárea por gusto, también
se debe respetar a quien se
siente mal por ello.. que lo importante es que el
bebé esta bien? claro que sí!
pero también cuentan los sentimientos de la madre.
Se que no lo entiende mucha
gente.. pero solo respeto y tolerancia
Cometimos muchos errores en
este, nuestro segundo parto, pero ya perdoné y ya
me perdoné. Después de este
parto nació en mí con más fuerza la idea de un
parto hermoso y respetado,
natural. Pronto lograríamos ese sueño.
♥Nuestro primer bebé

Mi primer embarazo y parto...
En mi primer embarazo comencé con mucho sueño, mucha hambre,comía cada 30 minutos aprox. y no me satisfacía!! Me enteré del embarazo ya con prueba y todo a las 6 semanas aprox. después de 2 semanas de retraso. Yo la verdad sí sabía que venía baby, pues casi la noche en que lo concebimos lo supe!! Pasamos las 6 semanas, 7 semanas, 8 semanas, y a las 9 semanas, una mañana me levanté como todos los días y me invadieron las náuseas y al baño!! a vomitar.... a partir de ahí ya no me dejaron un buen ratote. Yo creía que ya me había librado de los vómitos, náuseas, todas esas cosas que yo escuchaba de las embarazadas.Y bueno, me casé a los 3 meses de embarazo, con todo y vómitos el día de mi boda, ni siquiera pude comer lo que hubo de comida. Llegó un momento en que ya vomitaba todo el día... cada cosa que comiera iba para afuera, hasta el agua.Bonadoxina? pero para nada me ayudó!! fuimos al doctor, yo ya había bajado 4 kilos, pesaba 40 kilos al inicio del embarazo, y con los vómitos bajé a 36 kilos, era yo un palo, la verdad no podía estar mucho de pie, sentía que todo me temblaba, taquicardias muy fuertes... recuerdo que lloré mucho, me daba miedo que algo le pasara a mi bebito que tanto había esperado!!!Me dieron la opción de internarme o inyectarme, y si no mejoraba, de plano me internaban.Me mandaron inyecciones de bonadoxina 3 al día durante 5 días. Mis pompas ya no podían mas! ya no podía caminar, ni sentarme pero me recuperé increíblemente. Lo que sucedió fue que con los vómitos de las mañanas, yo luego luego comía limón, o yoghurt. Todo eso empezó a hacerse gastritis aguda y fue por eso que vomitaba tanto. al grado de ya no retener nada. Vomitaba donde fuera!! en el carro, en cualquier baño, en la calle, uff!! cada lugar en el que me paraba era vomitar y vomitar.Después todo fue muy bien yo ya casada, de pronto sí vomitaba, pero ya no tanto..ya comenzaba a disfrutar mi embarazo y mi pancita!! eso sí el sueño eraimpresionante! no paraba de dormir .Eso sí, el apetito se xual estaba por los suelos!!nada de nada quería yo, salvo en raras ocasiones.De todo lloraba, estaba muy sentimental! imaginaba a mi bebé y lloraba, escuchaba canciones de cuna y lloraba, lloraba de felicidad.Al llegar a las 35 semanas aprox. yo ya no podía caminar mucho, me dió ciática mu fuerte, algrado de ya no dormir por las noches, y si dormía era sentada, y por períodos de15 minutos máximo porque se me dormía todo!!Sufrí muchísimo con eso!! mi marido me tenía que hacer mi desayuno cuando él se iba (6 de la mañana), dejarmelo ahí, y me ayudaba a bañar cuando él llegaba porque no podía ni pararme de la cama, el dolor era impresionante, quemante,horrible. Y eso que no subí tanto de peso.Y así transcurrió mi embarazo.Mi fecha de parto era hasta el 13 o 15 de diciembre de 2001. El 27 de noviembre me hicieron un tacto y me dijeron que pronto nacería mi hijo pues ya estaba muy encajado. Yo hablé con mi pequeño y le dije que no me gustaba el mes de noviembre para que naciera, que esperara hasta diciembre.El 2 de diciembre a las 4am sentí un cólico muy fuerte, pero me volví a dormir, despertandootra vez a las 5am. Y cuarenta minutos después me volvió a dar el dolor, y seguí así, hasta que sucedieron cada treinta minutos. En una ocasión me levanté al baño y me di cuenta que habíaexpulsado el tapón mucoso. ¡Me emocioné mucho pero a la vez me sentí muy nerviosa!Hasta las 10:30am nos fuimos al hospital, ahí me metieron a reconocimiento mientrasmi marido estacionaba el coche, y ya no me dejaron salir; no me despedí de él, lo cual me hizo sentir muy triste.Pensaba que todo eso tenía que enfrentarlo sola. En el hospital recibí burlas del doctor y las enfermeras con relación a mi problema de ciática. Me decían que no era tan grande mi panza comopara no caminar bien, ellos no entendían que no podía moverme mucho, el nervio ciático se me aplastó por el peso de mi bebé. El doctor me hizo subir a la mesa, (lo cual me costó mucho trabajo) y luego me realizó un tacto horrible, que me lastimó mucho; me dijo que tenía tres centímetros y medio de dilatación. Pronto, una enfermera me rasuró y me puso un enema de bario, yo ya necesitaba ir al baño y no podía bajarme de la mesa, hasta que una enfermera se apiadó de mí y me ayudó. Llegó la camilla, otra vez, no podía subirme.El camillero y otra enfermera se reían de mí mientras intentaba subirme. Por fin logré subirme gracias a la ayuda de una policía. Me llevaron a sala de labor y me colocaron el suero tres veces, porque las enfermeras se habían equivocado. Mi brazo estaba lleno de moretones.Para entonces, yo había dejado ya de tener contracciones y decían que iba lenta, y me pusieron oxitocina sintética en el suero, pasaron las horas y nada, me aumentaron la dosis de oxitocina. Medijeron que hasta que tuviera cinco centímetros de dilatación me iban a poner la epidural. La mayoría ahí en el área de labor se portaron muy lindos, me hice amiga de unos estudiantes que me ayudaban a voltearme y me pusieron un monitor para escuchar los latidos de mi bebe (y es que en el hospital público sólo se los ponen a las mujeres con partos de alto riesgo).A los siete centímetros y medio me empezaron a dar contracciones más fuertes, sin embargo, no me pusieron anestesia.Llegué a los ocho centímetros y medio, no aguantaba, solo respiraba, pues así calmaba el dolor; pero entre contracción y contracción no pude tomar más aire y a los nueve centímetros me pusieron un poquitito de anestesia. ¡Deliciosa sensación!ya no me dolía. Eso sí, me rompieron la bolsa, me hicieron muchos tactos.Pronto otro doctor (muy amable, por cierto) me hizo un tacto y dijo “este bebé ya viene, ¡a expulsión!”¡Oh! Qué emoción sentí.Y luego de media hora y tres pujos salió mi pequeño bebé. Le conté los deditos y lo seguía con la mirada a todas partes donde lo llevaban; me lo dieron para darle su besito, chiquito hermoso, lloré de la emoción. Supe que era un gran guerrero, pues con tanta oxitocina sintética que mepusieron, pudo haber sufrido, y me hubieran mandado a cesárea. Mi hijo nació a las5:40pm, pesó 3.400 kg, midió 50 cm, y nació a las 38 semanas.Hoy sé que mi parto no fue respetado en lo más mínimo, pues en el hospital siguieronsu protocolo y sus rutinas, que en lo personal me parecen salvajes. Fue difícil, no fue placentero. Sí tuve miedos alprincipio pero en sala de labor ya no. Nadie me acompañó y me sentí muy sola. Pero este primer parto me transformó por completo, con él me di cuenta de los procedimientos innecesarios a los que se someten las mujeres, también me hizo ver que eso no era natural, que no debería ser así.Y así nació mi precioso nene, mi lucecita, es un niño tan tierno y noble , sensible y humilde. Inteligentísimo!!Es un honor ser su madre.Después de ese momento comencé a pensar debe haberotra forma de parir.Gracias a eso me animé a buscar alternativas departos.Cuando mi hijo tenía 7 meses de nacido, vi un programa en la televisión donde mostraban partos en casa, yo estaba maravillada!!!!!, encantada!! Qué bonito nacimiento tenían todos esos bebés,qué felices padres!!Yo quiero que mi segundo bebé nazca así - me dije -.
En mi primer embarazo comencé con mucho sueño, mucha hambre,comía cada 30 minutos aprox. y no me satisfacía!! Me enteré del embarazo ya con prueba y todo a las 6 semanas aprox. después de 2 semanas de retraso. Yo la verdad sí sabía que venía baby, pues casi la noche en que lo concebimos lo supe!! Pasamos las 6 semanas, 7 semanas, 8 semanas, y a las 9 semanas, una mañana me levanté como todos los días y me invadieron las náuseas y al baño!! a vomitar.... a partir de ahí ya no me dejaron un buen ratote. Yo creía que ya me había librado de los vómitos, náuseas, todas esas cosas que yo escuchaba de las embarazadas.Y bueno, me casé a los 3 meses de embarazo, con todo y vómitos el día de mi boda, ni siquiera pude comer lo que hubo de comida. Llegó un momento en que ya vomitaba todo el día... cada cosa que comiera iba para afuera, hasta el agua.Bonadoxina? pero para nada me ayudó!! fuimos al doctor, yo ya había bajado 4 kilos, pesaba 40 kilos al inicio del embarazo, y con los vómitos bajé a 36 kilos, era yo un palo, la verdad no podía estar mucho de pie, sentía que todo me temblaba, taquicardias muy fuertes... recuerdo que lloré mucho, me daba miedo que algo le pasara a mi bebito que tanto había esperado!!!Me dieron la opción de internarme o inyectarme, y si no mejoraba, de plano me internaban.Me mandaron inyecciones de bonadoxina 3 al día durante 5 días. Mis pompas ya no podían mas! ya no podía caminar, ni sentarme pero me recuperé increíblemente. Lo que sucedió fue que con los vómitos de las mañanas, yo luego luego comía limón, o yoghurt. Todo eso empezó a hacerse gastritis aguda y fue por eso que vomitaba tanto. al grado de ya no retener nada. Vomitaba donde fuera!! en el carro, en cualquier baño, en la calle, uff!! cada lugar en el que me paraba era vomitar y vomitar.Después todo fue muy bien yo ya casada, de pronto sí vomitaba, pero ya no tanto..ya comenzaba a disfrutar mi embarazo y mi pancita!! eso sí el sueño eraimpresionante! no paraba de dormir .Eso sí, el apetito se xual estaba por los suelos!!nada de nada quería yo, salvo en raras ocasiones.De todo lloraba, estaba muy sentimental! imaginaba a mi bebé y lloraba, escuchaba canciones de cuna y lloraba, lloraba de felicidad.Al llegar a las 35 semanas aprox. yo ya no podía caminar mucho, me dió ciática mu fuerte, algrado de ya no dormir por las noches, y si dormía era sentada, y por períodos de15 minutos máximo porque se me dormía todo!!Sufrí muchísimo con eso!! mi marido me tenía que hacer mi desayuno cuando él se iba (6 de la mañana), dejarmelo ahí, y me ayudaba a bañar cuando él llegaba porque no podía ni pararme de la cama, el dolor era impresionante, quemante,horrible. Y eso que no subí tanto de peso.Y así transcurrió mi embarazo.Mi fecha de parto era hasta el 13 o 15 de diciembre de 2001. El 27 de noviembre me hicieron un tacto y me dijeron que pronto nacería mi hijo pues ya estaba muy encajado. Yo hablé con mi pequeño y le dije que no me gustaba el mes de noviembre para que naciera, que esperara hasta diciembre.El 2 de diciembre a las 4am sentí un cólico muy fuerte, pero me volví a dormir, despertandootra vez a las 5am. Y cuarenta minutos después me volvió a dar el dolor, y seguí así, hasta que sucedieron cada treinta minutos. En una ocasión me levanté al baño y me di cuenta que habíaexpulsado el tapón mucoso. ¡Me emocioné mucho pero a la vez me sentí muy nerviosa!Hasta las 10:30am nos fuimos al hospital, ahí me metieron a reconocimiento mientrasmi marido estacionaba el coche, y ya no me dejaron salir; no me despedí de él, lo cual me hizo sentir muy triste.Pensaba que todo eso tenía que enfrentarlo sola. En el hospital recibí burlas del doctor y las enfermeras con relación a mi problema de ciática. Me decían que no era tan grande mi panza comopara no caminar bien, ellos no entendían que no podía moverme mucho, el nervio ciático se me aplastó por el peso de mi bebé. El doctor me hizo subir a la mesa, (lo cual me costó mucho trabajo) y luego me realizó un tacto horrible, que me lastimó mucho; me dijo que tenía tres centímetros y medio de dilatación. Pronto, una enfermera me rasuró y me puso un enema de bario, yo ya necesitaba ir al baño y no podía bajarme de la mesa, hasta que una enfermera se apiadó de mí y me ayudó. Llegó la camilla, otra vez, no podía subirme.El camillero y otra enfermera se reían de mí mientras intentaba subirme. Por fin logré subirme gracias a la ayuda de una policía. Me llevaron a sala de labor y me colocaron el suero tres veces, porque las enfermeras se habían equivocado. Mi brazo estaba lleno de moretones.Para entonces, yo había dejado ya de tener contracciones y decían que iba lenta, y me pusieron oxitocina sintética en el suero, pasaron las horas y nada, me aumentaron la dosis de oxitocina. Medijeron que hasta que tuviera cinco centímetros de dilatación me iban a poner la epidural. La mayoría ahí en el área de labor se portaron muy lindos, me hice amiga de unos estudiantes que me ayudaban a voltearme y me pusieron un monitor para escuchar los latidos de mi bebe (y es que en el hospital público sólo se los ponen a las mujeres con partos de alto riesgo).A los siete centímetros y medio me empezaron a dar contracciones más fuertes, sin embargo, no me pusieron anestesia.Llegué a los ocho centímetros y medio, no aguantaba, solo respiraba, pues así calmaba el dolor; pero entre contracción y contracción no pude tomar más aire y a los nueve centímetros me pusieron un poquitito de anestesia. ¡Deliciosa sensación!ya no me dolía. Eso sí, me rompieron la bolsa, me hicieron muchos tactos.Pronto otro doctor (muy amable, por cierto) me hizo un tacto y dijo “este bebé ya viene, ¡a expulsión!”¡Oh! Qué emoción sentí.Y luego de media hora y tres pujos salió mi pequeño bebé. Le conté los deditos y lo seguía con la mirada a todas partes donde lo llevaban; me lo dieron para darle su besito, chiquito hermoso, lloré de la emoción. Supe que era un gran guerrero, pues con tanta oxitocina sintética que mepusieron, pudo haber sufrido, y me hubieran mandado a cesárea. Mi hijo nació a las5:40pm, pesó 3.400 kg, midió 50 cm, y nació a las 38 semanas.Hoy sé que mi parto no fue respetado en lo más mínimo, pues en el hospital siguieronsu protocolo y sus rutinas, que en lo personal me parecen salvajes. Fue difícil, no fue placentero. Sí tuve miedos alprincipio pero en sala de labor ya no. Nadie me acompañó y me sentí muy sola. Pero este primer parto me transformó por completo, con él me di cuenta de los procedimientos innecesarios a los que se someten las mujeres, también me hizo ver que eso no era natural, que no debería ser así.Y así nació mi precioso nene, mi lucecita, es un niño tan tierno y noble , sensible y humilde. Inteligentísimo!!Es un honor ser su madre.Después de ese momento comencé a pensar debe haberotra forma de parir.Gracias a eso me animé a buscar alternativas departos.Cuando mi hijo tenía 7 meses de nacido, vi un programa en la televisión donde mostraban partos en casa, yo estaba maravillada!!!!!, encantada!! Qué bonito nacimiento tenían todos esos bebés,qué felices padres!!Yo quiero que mi segundo bebé nazca así - me dije -.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)